¿Qué significa ser una persona Brat? Si habéis leído otros artículos de este blog ya sabréis que mi incontrolable ego me obliga a sentar catedra constantemente para imaginar aplausos de los lectores a todas horas. Y una de esas cátedras se asienta en mi odio hacia las etiquetas porque esas etiquetas son una lastra para todos aquellos que quieren comenzar en el BDSM porque necesitar asociarse a algo “conocido” para no sentirse “raros” y “encajar” de alguna forma en lo que ha existe. Mucha gente acude a esos formularios online tipo “¿Qué tipo de sexualidad tienes?” o “¿sabes identificar estas 30 banderas del continente africano? Y los resultados, además de arrojar luz sobre nuestra ignorancia sobre las banderas africanas, también nos dice que nuestra sexualidad es esto o lo otro. Inconcreciones aparte, el hecho de que un aséptico (y básico) formulario comprenda nuestra sexualidad mejor que nosotros, al menos sirve de guía para que algunas personas prueben algunas cosas. Sigo con la inconcreción, pero es un sábado a las 7 de la mañana y aun sigo secuestrado por la tontería matinal.
¿Qué significa ser una persona Brat? Intentaré definirlo más
allá de las etiquetas. Para mi, eso que llaman Brat y Tamer es una
relación donde una persona “provoca” a otra para ser castigada. Pueden ser
relaciones en un ámbito ajeno al BDSM o pueden ser un dominante y un dominado
donde el dominante basa su mando en el castigo porque el dominado,
constantemente, pone a prueba ese mismo mando. O por decirlo de forma más
simple: te desobedezco para buscar un castigo. Personalmente no es el tipo de
relación BDSM que me parezca más interesante porque requiere del dominante una
constante lucha por imponer su “superioridad” y eso… es muy cansado. Por otro
lado, siempre he huido de las provocaciones, sin en la vida fuera del rol alguien
intenta provocarme, contesto “tu eres idiota”, me doy la vuelta y me voy. No
tengo edad para que otros jueguen conmigo porque entiendo que el hecho de que
te provoquen es como el que te gasten una broma pesada. Son situaciones donde uno
disfruta a costa del otro. Y eso es algo que me gusta en el BDSM porque ambos
salen ganando, pero no fuera del BDSM.
No obstante, hay una parte del BDSM asociado a Brat o Tamer
que si me parece más interesante y es cuando a estos “roles” le sumamos los
roles tipo “papi o mami” y “hijo o hija rebelde”. Ese tipo de rol tan típico del
porno actual donde podemos ver videos del tipo “chantajeada por mi padrastro” o
“mami me castigó sin postre y a comerle el chirri”.
Es decir, si sumo una capa de “juego” a los roles Brat y
Tamer es cuando disfruto realmente de la situación. Si, como amo, me provocas,
posiblemente no tendrás una segunda oportunidad. Pero si como amo vienes
vestida de colegiala a casa y me dices que te has portado mal y que has suspendido
todas las asignaturas (incluso aquellas en las que no te habías matriculado) y
me dices que te da igual porque no quieres estudiar. Entonces adoptare ese rol
de Tamer y te castigaré (también conocido como “meter en vereda”).
Quizás tenga que ver con eso que decía antes del ego, el
encontrarme con una tamer que simplemente cuestiona mi autoridad para conseguir
un castigo, es algo que no acepto bien. Pero si a eso le damos el barniz de los
roles y lo disfrazamos… entonces sí, disfruto mucho,
Sea como sea y como siempre digo, olvidaos un poco de las
etiquetas y probad, disfrutad, disfrazaos, actuad, gozad… la vida es demasiado
corta para perder el tiempo haciendo encuestas de revistas online.