lunes, 7 de julio de 2025

El Subspace y el Topspace: estados psicológicos en el BDSM


 


En este blog he escrito ampliamente sobre las experiencias emocionales y psicológicas profundamente transformadoras que pueden surgir al practicar BDSM. Durante una sesión (en especial, al finalizarla) sientes que, momentos antes, alcanzaste niveles emocionales que ni siquiera sabías que existían. Hay una liberación, una apertura que revela cosas de ti que estaban latentes o escondidas. En este contexto hay dos conceptos clave que son el “subspace” y el “topspace”. Ambos describen estados alterados de conciencia y percepción que pueden ocurrir durante una sesión. ¿Pero que son y por qué son tan importantes?

Vayamos, como siempre con las etiquetitas en inglés, de uno a uno

 

SUBSPACE

El “subspace” es un estado psicológico alterado que puede experimentar una persona sumisa durante una escena BDSM. Un estado que puede compararse con un tipo de trance, meditación profunda o incluso un “viaje” emocional.

Se caracteriza por una (parcial) desconexión realidad donde la persona sumisa puede sentir como si estuviera flotando o fuera de su cuerpo. Exacto, como fumarse un buen truja solo que sin haberlo fumado. Además, debido a la liberación de endorfinas y otras sustancias neuroquímicas, el umbral del dolor puede aumentar. He visto a lo largo de mi vida a muchas personas que me han descrito esto como una sensación de paz, amor profundo, entrega total o incluso un desconocido éxtasis. Y repito, no iban fumadas.

Parece genial ¿pero lo es? No siempre porque el “subspace” también puede dejar a la persona emocionalmente expuesta, sensible y necesitada de cuidados posteriores. Ese viaje fragiliza y puede romperte emocionalmente de la misma forma que una droga liberadora.

Drogas, drogas, drogas... claro: hablamos de la química del cerebro.

Te preguntarás como alcanzar este estado alterado tan maravilloso. Malas noticias: no todas las personas lo experimentan. Generalmente surge en un contexto de confianza emocional, intensidad física (o psicológica) y conexión profunda entre dominante y dominado. Es decir, es complejo de navegar por el subspace en una primera sesión, pero existe y, con el tiempo y la confianza necesarias, puedes llegar a experimentar este tipo de emociones que muchas personas no son capaces de describir.

Y si no, ya sabes: te lias un buen...

 


TOPSPACE

El “topspace” es el estado mental que puede experimentar una persona dominante durante una escena. ¡Ah vale! Entonces el “subspace” de los sumisos es el “topspace” de los amos. Pues no exactamente. O, mejor dicho: no. Es más, muchas personas dominantes han visto como la persona a la que dominan ha alcanzado el “subspace” pero son desconocen que ellos también al alcanzado el” topspace”.

Menudo lio ¿verdad? Pues tampoco: es mas fácil de lo que parece. En el “topspace” la persona dominante puede sentir un estado de concentración extrema, donde todo gira en torno al control, la seguridad y la conexión con la persona sumisa. De repente, sus acciones se automatizan y son precisas, como si estuvieran fluyendo sin esfuerzo. A menudo se combina con una sensación de responsabilidad intensa hacia el bienestar del sumiso/a. Se potencia el rol de amo hasta límites que escapan al rol y puede sentirse una especie de euforia asociada al ejercicio de ese control consensuado.

Un profesional, que diría Manquiña.

Pero toda cosa buena conlleva cosas no tan buenas. El "topspace" tiene sus riesgos pues el hecho de que una persona dominante lo alcance puede llevar a eso que se conoce como “la bajona”. En ingles es “master drop” pero me niego a traducir literalmente ese concepto cuando “bajona” lo describe a la perfección porque estamos hablando de una bajada emocional del dominante que ocurre después de la escena, donde la energía y euforia desaparecen, dejando lugar a emociones como tristeza, culpa o vacío.

La bajona despues del truja. Todo cuadra ¿no? Volvemos a lo mismo: la química del cerebro.


Resumiendo: el subspace y el topspace no son simplemente "modas" dentro del BDSM, tampoco son etiquetas (aunque lo sean) sino que son formas de poner en contexto manifestaciones reales de estados mentales y emocionales profundos. De esta manera podremos comprenderlos para practicar BDSM de forma segura, consensuada y emocionalmente saludable.

Seguro que si habéis practicado BDSM habréis experimentado esas sensaciones sin haberlas etiquetado de ninguna forma. De eso se trata: de experimentar. Las etiquetas ya las ponemos los que nos encargamos de escribir sobre el tema y así quedamos como unos pedantes que etiquetamos todo en inglés porque así creemos que parecemos más experimentados.

Pero no, soy el tonto de siempre, creedme. ¿Será este final bajonero del texto un “master drop” en toda regla?

Seguro que una cerveza lo soluciona, bendito alcohol. O un buen truja... ¡Hasta la próxima!

Pd: cuando tengáis sesiones nada de drogas del tipo que sean. Una cosa es el humor y otra cosa es hacer las cosas bien hechas desde la lucidez.


Si quieres saber más sobre este tema o proponerme algún tema sobre el que escribir, puedes contactar (discretamente) conmigo a través de INSTAGRAM @dopplerjdb / TELEGRAM @jdbbcn2 / eMAIL john_deybe@hotmail.com



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