sábado, 3 de julio de 2021

Enganchados al BDSM


Blog BDSM - Artículos sobre BDSM, Prácticas sexuales, Fetichismo

El título de este texto es, en su construcción, tanto un reclamo como un engaño. Lo del reclamo es evidente. El engaño está escondido en la contradicción de la frase: si estamos enganchados al BDSM entonces no es BDSM.

Intentaré explicarme. Como siempre, lo haré mal y utilizaré más palabras de las necesarias. Pero cada uno es como es. Si continuáis leyendo, me eximo de toda responsabilidad. El que es tonto, seguirá siendo tonto cuando escriba así que no esperéis una excelencia literaria de la que carezco, tampoco debéis esperar una profunda teoría en la base. Escribo sobre lo que se me pasa por la cabeza y, con toda seguridad, mañana se me pasará lo contrario. 

Por mucho que escriba en este blog, grabe podcasts, escriba novelas sobre BDSM o sea amo, eso no significa que esté enganchado al BDSM. Me gusta establecer diálogos sobre BDSM, me gusta ser amo. Pero antes que todo eso soy yo, al margen de los roles. Y puedo pasar tranquilamente meses o años sin saber nada del BDSM para luego retomarlo con la misma alegría.

Si estamos enganchados a algo o a alguien, entonces creamos una dependencia que lo confunde todo. Lo primero que acostumbra a decirme la gente cuando hablamos acerca del BDSM es que no quieren comenzar porque saben que les va a gustar e imaginan que el BDSM es la peor de las drogas y acabarán durmiendo en un cajero automático repitiendo en sueños "más BDSM, más BDSM" después de perder a la familia, el trabajo y la suscripción de Netflix.

Y es que estar enganchado al BDSM no es BDSM. Practicamos BDSM porque buscamos ese espacio de libertad en nuestra vida para vivir experiencias diferentes. Pero ese espacio ha de ser un lugar donde sentirnos libres. Si estamos enganchados a algo, nunca seremos libres.

Antes de comenzar en el BDSM has de tener en cuenta cosas que, posiblemente, nunca sabias sobre el BDSM

-Aunque seas una persona que asume el rol de dominada has de ser libre de hacer lo que desees y  no hacer lo que rechaces. Para eso se establecen unos límites. Quien te diga que has de obedecer al amo y hacer algo que no deseas solo porque él te lo ordena (para ganarte su confianza o su aprobación) está equivocado. Puedes probar tus límites, eso si es divertido, pero nada más. En el BDSM no sigue siendo no.

-Una relación BDSM no es una relación "tradicional" ni al uso. A muchas personas les asusta comenzar una relación BDSM porque creen que están comenzando una relación donde deberán estar pendientes de la otra persona, de quedar, que si el whatsapp, llamadas, etc. Esto no es (o no debería ser) así. Yo contemplo una relación BDSM como dos personas que, puntualmente, se encuentran en un lugar para asumir unos roles. Fuera de eso, no tienen ninguna responsabilidad el uno con el otro más allá de la que deseen establecer desde su libertad o porque quieran ser amigos (algo necesario entre dominante y dominado). El BDSM es una cosa y el tipo de relación es otra. Por supuesto que existen relaciones 24/7 donde se está permanentemente el uno dependiendo del otro, pero eso es porque ambos lo aceptan y lo ponen en práctica. No aceptéis que un amo os controle en todo momento. Si no queréis nada más allá de la sesión, no debéis aceptar el control de ningún aspecto de vuestra vida. Si ambas personas están de acuerdo en el tipo de relación que quieren establecer dentro del BDSM da igual que sea 24/7 o verse una vez al mes solo en para sesión. Pero si no estáis de acuerdo con el tipo de relación que os plantea la otra persona, entonces no aceptéis. En el BDSM no sigue siendo no.

-Creemos que practicar regularmente BDSM es estar enganchados al BDSM por el placer que nos proporciona. Engancharse a algo no es más que buscar repetir un momento de placer que tuviste en el pasado, amplificarlo, conseguirlo con mayor frecuencia, etc. ¿Y qué opináis de la gente que ve los partidos de futbol por la tele, va al estadio y consume prensa deportiva? ¿O los consumidores de cine de superhéroes que compran los comics, figuritas y van a las convenciones? ¿Esa gente está enganchada? ¿Eso es malo? Repetir una sesión BDSM no será más ni menos peligroso que estar enganchado a los programas de Telecinco.

Ya que llega el calor del verano, comencemos a refrescarnos en ese fresquito arroyo que es el realismo. Por favor.

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