Diferentes personas nos despiertan
diferentes emociones, como cuando le pones gasolina de un octanaje mayor o menor
al coche y este va más rápido o mas lento. Pero la gasolina tiene un riesgo
porque si eres torpe y la derramas fuera del vehículo puedes acabar gritando mientras las llamas se apoderan de tu cuerpo.
Algunas de esas emociones, aunque
no acaben ardiendo, también pueden ser incontrolables. Vayamos a la más común y la que padecemos todos sin excepción: la frustración. La prisa puede generar frustración.
Esa es la primera emoción que hay que controlar.
Muchas personas empujan a otras a
una sesión BDSM utilizando el miedo, el miedo al desamparo o aprovechando la
fragilidad de la otra persona para forzarla a una sesión diciéndole que si no
lo hace no será una buena sumisa.
Porque las emociones son manipulables.
La mejor forma de proceder es ser
absolutamente transparente, no empujar ni frenar, dejar que todo fluya,
manteniendo siempre la comunicación.
Si algo no cuadra con eso, si es una comunicación donde una persona siente que debe medir sus palabras o se siente empujada a algo… debería detenerse todo de inmediato. Aunque eso le cause frustración. Es mejor acabar frustrado que traumatizado. Porque está claro que podemos tener una sesión habiendo construido mal el camino hasta ese momento (manipulando, mintiendo, presionando, etc.) pero ese es un camino de corto recorrido que puede llegar a traumatizar a la persona dominada si no tiene la experiencia necesaria para reconocer al cordero del lobo.
Si tu amo te pide una foto desnuda y no quieres enviársela: no se la envíes. Y si el amo te presiona para que obedezcas entonces debes comprender que esa persona no está respetando tus límites. No está cuidando de tu bienestar emocional. Mi recomendación es: cuando algo no te cuadre, has de parar, recapacitar, dialogar… y si en ese dialogo vuelve a repetirse una imposición que emocionalmente te tenga secuestrada, entonces hay que dar por finalizada esa relación.
Una relación dominante/dominado no
solo debería ser sano, seguro y consensuado (SSC) sino que debería ser lo mas
sano, lo mas seguro y lo más consensuado que hagas en tu vida. SI algo enturbia
eso, entonces no es una relación BDSM sana, sino que es un abuso velado donde
alguien se impone a la fuerza a alguien que no tiene los recursos emocionales
para combatir eso (quizás porque en ese momento se siente tan inseguro que
asume esa manipulación como algo necesario).
Otra recomendación es que, si no sientes realmente emoción
por la otra persona, no creas que en una sesión esa emoción surgirá de repente
de la nada. Las emociones, sean del tipo que sean, se reconocen en un primer
momento. Después en la sesión será algo diferente, una evolución de esa primera
emoción. Pero la emoción debe existir porque no se puede explotar algo si no se
ha encendido una mecha.
Si no sientes la emoción que distingue lo excepcional, si te sientes presionada, si tienes miedo o la relación te provoca mas frustración que bondades: acaba la relación.
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