Tratar a cualquier ser humano con respeto es fundamental en cualquier interacción, sea del tipo que sea, que tengamos con los demás. No obstante, si lo que buscamos (y si estás leyendo esto es porque quizás lo busques) es explorar dinámicas consensuadas que involucren roles o fantasías específicas, como las relacionadas con el BDSM o juegos de roles, es crucial que hacerlo de manera abierta, segura y con mutuo acuerdo. ¿Que tiene que ver el respeto con todo esto cuando la imagen que tienes es la de una persona usando a otra? Cualquier dinámica, incluso en el ámbito BDSM debe basarse en una conversación abierta sobre límites, expectativas y deseos. Siéntate a hablar sin tapujos, exponiendo tus intereses, hablando de cómo te sientes al respecto y cuáles son tus límites. Lo mejor del BDSM es que nadie te juzgará por tus deseos, aunque te parezcan oscuros y enfermos, lo máximo que te puede pasar es que la otra persona no quiera explorar esa práctica. Tan solo eso. Pero recuerda que, aunque se trate de un juego de roles, la base debe ser siempre el respeto. Incluso en un contexto de fantasía, es crucial que ambas partes se sientan valoradas y cuidadas. Y eso incluye intentar comprender al otro y no juzgarle. ¿Que la otra persona te pide que la escupas y la abofetees? Si eso es algo que la otra persona desea y a ti no te molesta: hazlo. Pero hazlo recordando que las personas no son objetos ni están ahí para satisfacer tus caprichos. Puede parecer un contrasentido pero tratar a alguien de manera humillante o degradante es aceptable, es sano y es divertido… si es lo que desea la otra persona.
Y llegados a este punto, si has llegado hasta aquí por casualidad y estás leyendo con el ceño fruncido podrás decir “este tipo de personas son unos enfermos”. De acuerdo, puedes hacer ese juicio rápido desde la ignorancia de quienes somos y qué hacemos.Yo mismo te estoy juzgando y no te conozco. Prejuzgar es normal. Pero tenemos que tener la suficiente inteligencia para seguir conociendo y pasar del prejuicio al juicio con argumentos.
Has de saber que quienes practicamos BDSM nos divertimos desde el consenso y sin juzgar a los demás. Estableciendo límites, explorando esos límites, jugando, disfrutando y emocionandonos con algo que ninguna otra práctica existente puede ofrecernos: la absoluta libertad de ser nosotros mismos sin miedo a ser juzgados.
El placer tanto físico como
intelectual en su forma más luminosa y divertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario