En ocasiones, después de tantos años en este mundo, aún tengo capacidad de sorpresa ante algunas prácticas BDSM (que desconocía existiesen) y a la que alguien ha puesto un nombre. ¿Soy un ignorante o es que necesitamos ponerle etiquetas a todo?
GUNPLAY podría definirse como el acto de usar un arma (habitualmente descargada) en una sesión BDSM. Puede ser utilizado como objeto de penetración o como “juguete” intimidatorio con el fin de estimular física o mentalmente.
¿En serio a alguien puede estimularle que le metan el cañón de un arma en la boca o en algún otro orificio de su cuerpo? Pues parece que si, por lo tanto, no seré yo quien lo juzgue. ¿Qué os parece a vosotros? Mejor el arma descargada, claro. O cualquier otra cosa parecida a un arma: una grapadora, una pistola de agua, etc. El caso es que si a alguien le estimula esto: adelante. Pero mejor el arma descargada, repito.
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