martes, 17 de noviembre de 2020

Preguntas y respuestas sobre BDSM para recién llegados (y no tan recién llegados)

 

Q&A – Bi/ond

Llevo tiempo con la idea de enumerar una lista de las preguntas que más me hace la gente que aún no conoce lo que es el BDSM. Y sus correspondientes respuesta. Quizás pueda ayudar a perder el miedo o quizás penséis que es una lista de preguntas tan obvia como un político robando. Como siempre, las opiniones son como los culos: todos tenemos uno. Si se os ocurre alguna otra pregunta contactad conmigo y la incluiré en este listado. También la respuesta, claro.


¿Dónde encuentro a alguien con quien practicar BDSM?

Quizás lo tengas más cerca de lo que imaginas sin saberlo. Entre un 5% y un 10% de la población practica BDSM. ¿Cómo reconocerlos? Resulta difícil porque casi nadie lo confiesa. Lo de la educación judeocristiana y la moral, nos sepulta bajo toneladas de arena, cerrando nuestras bocas al tiempo que dibujamos una sonrisa cómplice. Siempre puedes pedirle a tu pareja, amante o amigo que te ate a una cama, te insulte o te humille (si es eso con lo que fantaseas). También puedes acudir a páginas sobre BDSM (como donde estás ahora mismo) en busca de gente que practique o donde se citen lugares donde encontrar practicantes de BDSM. ¿Dónde encuentras gente con quien practicar BDSM? Estamos en el siglo XXI con millones de personas conectadas con millones de personas y miles de millones de páginas de información. Solo has de perder el miedo y preguntar.

¿Hay riesgos en el BDSM?

Los hay de la misma manera y en la misma medida que los hay en muchas otras prácticas. Los riesgos en el BDSM suelen estar asociados al desconocimiento (no saber bien como hacer ciertas prácticas) o a encontrarte con alguien que no es quien dice ser. Son los mismos riesgos que corres cuando conoces a alguien solo que aquí parecen multiplicados por la indefensión que supone estar a merced de otra persona. El riesgo a encontrarte con una situación no deseada es una realidad. En cualquier ámbito de la vida. Quien os asegure que el BDSM es 100% seguro, miente. Aunque si evitáis practicar BDSM porque pensáis que es 100% peligroso, entonces os estáis mintiendo a vosotros mismos. La desconfianza es lógica, hasta cierto punto.

¿Tengo que obedecer a un amo en todo, incluso en lo que no me guste? ¿Tengo que ordenar cualquier cosa, incluso lo que no me apetece?

Por supuesto que no. Lo que va a suceder en una sesión se consensúa (pactándolo) antes de la sesión y se respeta estrictamente. No aceptes nada de lo que no estés completamente seguro. Puedes probar, pero solo aquello que desees probar. Si entre dominado y dominante hay mucho conocimiento y confianza, puede darse el caso de que se pacte obedecer en todo más allá de lo pactado. A eso se le llama metaconsenso.

¿Debo soportar dolor si no me gusta?

Por supuesto que no. Mucha gente que curiosea sobre BDSM nunca acaba practicándolo asocia BDSM a dolor. Esto es absolutamente falso. Si pactas no sentir dolor, no lo sentirás. Si quieres experimentar dolor, pídelo. Consenso siempre.

¿BDSM es sexo?

No necesariamente. Podemos incluir sexo en el BDSM, aunque no es imprescindible. De la misma forma que podemos no incluir dolor ni humillación ni muchas otras prácticas. Muchas personas entienden el sexo como un puente hacia el BDSM porque les permite avanzar, en cierta manera, manteniéndose en su zona de confort. Pero si quieres practicar BDSM sin sexo, también es posible. Recuerda: no debes hacer nada que no desees, por muy sumiso/a que seas.

¿El BDSM virtual és BDSM?

Desde mi humilde punto de vista, no. Comenzar en la virtualidad puede servir para establecer una zona de confort tanto con nosotros mismos como con la otra persona. Pero BDSM significa utilizar los cinco sentidos. La virtualidad puede ayudar a comenzar, a experimentar, pero está a años luz del verdadero BDSM.

¿Estoy loco porque me atraiga el BDSM?

No. Entre un 5 y un 10% de la población práctica BDSM. Ni estás loco/a ni estás solo/a.

¿Qué pasa si me convierto en un adicto al BDSM?

Toda adicción es un problema. ¿Y si me vuelvo adicto al sexo? ¿O a los juegos de azar? La gente piensa que practicar BDSM implica, inevitablemente, convertirse en un adicto. Ese es el gran error. Las adicciones radican en nuestra personalidad, no en la práctica.

Tengo demasiadas dudas respecto a practicar BDSM. ¿Qué hago?

Cuando comienzas algo emocional, dudar es habitual. Dudar durante años no te asegura que todo saldrá mejor. Dudamos para asegurarnos y convencernos de que no es una locura. ¿Tienes dudas? Entonces infórmate y después prueba. ¿Tienes demasiadas dudas? Entonces olvida el BDSM y cómprate un puzzle de 5000 piezas (a poder ser que no sea de temática BDSM).

¿Y si no me gusta el BDSM?

Es sencillo, no repitas. O quizás repite, pero con otra persona. Si voy a un restaurante y algo me disgusta, no vuelvo a pedir ese plato o no vuelvo a ese restaurante. Tener una primera experiencia negativa en el BDSM no te llevará a un trauma ni a acabar en un hospital. Todo es más sencillo y natural. Infórmate, asegúrate, pruébalo y decide después si es algo que te gusta o no.

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