martes, 26 de enero de 2021

Reactividad Vs Proactividad (en el BDSM)

 

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Antes de dar mi (seguramente errónea) opinión acerca de la reactividad o proactividad en el mundo BDSM, quizás lo mejor será definir que es reactividad o proactividad por si alguien nunca ha cogido un diccionario o ha sido criado por lobos en la selva.

O por resumirlo: tomar la decisión (proactividad) o esperar a ver que pasa (reactividad).

Asumimos que una persona sumisa es reactiva porque reacciona a las órdenes de la persona dominante. En el otro lado de la balanza, la persona dominante es proactiva porque es quien toma las decisiones (quien ordena).

Eso nos llevaría a argumentar que toda persona que desea probar la sumisión, le cuesta tomar la decisión porque es una persona reactiva. Alguien tiene que proponerle ser sumisa porque, por sí misma, esa persona necesita incluso la orden que la empuje a comenzar en este mundo.

Nuevo error: asumir que las personas que practican la sumisión tienen personalidades sumisas o que aquellas que practican la dominación, tienen carácter dominante. Es más, acostumbra a suceder lo contrario. Las personas sumisas tienen personalidades más marcadas y dominantes que las personas dominantes. Y viceversa. Para muchas personas, practicar BDSM es lo que denominamos habitualmente como “tomarnos unas vacaciones de nosotros mismos”.

¿Entonces por qué a las personas que desean probar la sumisión les cuesta tanto tomar la decisión si su personalidad las empuja a ser proactivas?

Pues porque la vida no es una ciencia exacta. Aunque solo pueda haber noche o día, las personas no somos binarias. Por eso cuesta tomar la decisión de probar, porque no estamos hablando tan solo de probar, sino que estamos hablando de miedos, de dudas, de situaciones personales, de encuentros fallidos, de sueños rotos e historias leídas. La proactividad, por sí misma, no asegura el éxito en nada.

Porque una cosa es intentarlo, otra es hacerlo y otra muy diferente es conseguirlo.

miércoles, 20 de enero de 2021

Un poco de filosofía barata sobre la decisión de probar el BDSM o no probarlo.

 

Libre albedrío, explicado según Cometa | Cometa Gestión

En la filosofía y, por ende, en la cultura, existe un concepto denominado “libre albedrío” que pone nombre a ese poder que tenemos las personas para tomar nuestras propias decisiones. O por decirlo de otra manera: ser responsables de nuestras decisiones. Olvidad la suerte, los dioses o las cartas del tarot. Nosotros somos quienes tomamos decisiones y somos los únicos responsables de las consecuencias de esas decisiones.

Hay quienes confunden el libre albedrío con la libertad individual. No tiene nada que ver porque la libertad nos dice que somos libres de tomar o no una decisión (de obrar o no) mientras que el libre albedrío es una decisión tomada (obramos en un sentido u o en otro).

Si somos deterministas podemos pensar que tomamos acciones basadas en lo sucedido, conformando una vida donde unas acciones son consecuencia de otras.

Estamos parados frente a un semáforo en rojo, no hay coches a la vista. La razón (o el miedo) nos dice que deberíamos esperar a cruzar porque eso es lo que nos han enseñado. ¿Cruzamos o no? Si cruzamos, quizás venga un coche a toda velocidad y no seamos capaces de evitarlo. Imaginad que tiempo atrás un coche nos atropelló por aventurarnos a cruzar en rojo. Entonces decidimos no cruzar. El determinismo nos impedirá cruzar y si cruzamos el determinismo de quien conduce le llevará a atropellarnos porque nosotros tomamos la decisión de cruzar en rojo.

¿Qué tiene que ver esto con el BDSM? Mas de lo que imaginamos. Las personas somos valientes de palabra, aunque cobardes de corazón. Gastamos años y mas años en tomar una decisión sobre practicar o no BDSM, incluso puede que nunca nos decidamos porque el determinismo nos lleva a hacerlo como consecuencia de experiencias anteriores (ya sea reales o leídas o imaginadas. A pesar de que el libre albedrio nos permite tomarla o no.

¿Y por qué la tomamos o no?

Ojalá poder comprender como funcionan todas esas neuronas y conexiones eléctricas que hay dentro de nuestra cabeza. Porque al final estamos hablando de la química del cerebro, una ciencia donde la filosofía tiene poco en común. Utilizamos conceptos como determinismo, libre albedrio, libertarismo o compatibilismo para poner una etiqueta a las consecuencias de esos procesos químicos cerebrales.

¿Entonces la decisión de probar el BDSM donde cae? ¿En la ciencia? ¿En la filosofía? Puede que caiga en el mundo de la superstición. Quien sabe. Lo único que sabemos es que la decisión de probar por primera vez el BDSM cae en nuestra propia y única responsabilidad, cae en ese páramo que hay entre nuestros miedos y nuestros deseos. Y está condicionado por todo cuanto habéis vivido o imagináis que vais a vivir. Proyectándoos de un pasado real a un futuro imaginado. La decisión es toda vuestra, el libre albedrío os permite tomar la decisión de probar el BDSM o no. El hecho de hacerlo o no también dependerá de todos esos miedos o experiencias.

Pero la decisión, digan lo que digan los filósofos o la neurociencia, olvidándonos de las etiquetas… es solo vuestra y tiene una respuesta más sencilla de lo que creéis.

domingo, 17 de enero de 2021

Conformismo

 

Por qué solemos ser Conformistas? | by Andrés Ayala | Medium

Aseguramos que nos gusta la vida en el convencimiento de que hemos alcanzado cuanto deseamos. La otra opción nos llevaría a cortarnos las venas. Dicen que los conformistas son más felices, como los budistas o como aquellos que solo conocen una cabaña en un poblado africano.

Esos que vivimos en el primer mundo, aseguramos que nos gusta nuestra vida. Nos convencemos de que esa colección de fracasos es la consecuencia de lo que se denomina como “vivir”.

Fracasar es necesario porque del fracaso sacamos mejores lecciones que del éxito. Por eso hay que atreverse, aunque la consecuencia sea el fracaso. Porque la vida no es todo blanco o todo negro.

«Existen tres tipos de personas: aquellas que se preocupan hasta la muerte, las que trabajan hasta morir y las que se aburren hasta la muerte.» (Winston Churchill)

sábado, 9 de enero de 2021

Lo binario (minirelato)

 

La pecera

Echa un vistazo a ese reloj de color púrpura que llevas la muñeca. ¿Recuerdas quien te lo regaló? Pues debes saber que eso es lo de menos. Lo que has de recordar es que ese reloj, dispuesto a entrar en combate, señala de forma matemática el paso del tiempo, sin dejar nada al azar. Para entretenerte, comienzas a mordisquearte las uñas, evitando volver al trabajo, sea cual sea. Observas los botones de tu camisa, simétricamente ordenados. Ojalá todo fuese tan sencillo. Abierto o cerrado. Encendido o apagado. Si o no. Pero la vida se empeña en recordarte, día tras día, que lo binario es la parte más compleja del libre albedrío. ¿Lo hago sí o no? Vuelves a mirar el reloj, la manecilla del segundero no se detendrá por mucho que aprietes los puños con fuerza. Ojalá poder conversar con los peces que nadan distraídamente en la pequeña pecera del comedor. La compraste porque tu hijo, un día caminando por la calle, se encaprichó de esos pececitos rojos en el escaparte. Dos días más tarde, ese mismo niño había perdido todo el interés y ahora tú tienes que alimentar a esos animalitos y limpiar la pecera. Para eso ha venido a este mundo, seguro. Para solucionar los problemas de los demás. Los peces mordisquean con aburrida satisfacción las algas de plástico. Ojalá ser uno de esos peces y no tener que tomar decisiones.

¿Lo hace o no? No puede esperar más, debe tomar una decisión o la vida le pasará por encima como una apisonadora y, cuando se recupere, ya no le quedarán fuerzas ni ganas.

sábado, 2 de enero de 2021

Prácticas: la sitofilia

 

sapete cos'È la sitofilia? È una forma di feticismo legata al cibo in cui viene raggiunta la... - Dagospia

La sitofilia consiste en mezclar sexo y comida, sea la práctica que sea. Hay muchas personas que interpretan este término tan solo en la práctica que consiste en comer utilizando a una persona como mesa (tal y como aparece en la foto que acompaña este post), pero eso es un error. ¿Recordáis los mil chascarrillos que habéis escuchado sobre vuestra tía soltera del pueblo y su afición a comprar pepinos de grandes dimensiones en la frutería? Pues eso también es sitofilia. Cualquier práctica que consiste en mezclar sexo (o excitación sexual) y comida podríamos definirlo como sitofilia, tanto por pasiva (como observadores) como por activa.

Y si, ahora acabáis de descubrir porque ese primo tan peculiar que tenéis también era aficionado a comprar pepinos de grandes dimensiones.

Tópicos y chascarillos aparte, bien por vuestra tía y vuestro primo. Porque ellos estarían disfrutando, a su manera, de algo que el resto nos negamos. ¿Qué problema hay en mezclar comida y sexo? Nuestros progenitores siempre nos decían que "con la comida no se juega" y lo hacían acompañando esta frase lapidaria con un coscorrón. Quizás nos lo merecíamos después de estar más de media hora dándole vueltas a la coliflor hervida que odiábamos. Pero lo que no sabían nuestros padres es que con la comida... si se juega.

Sitofilia 12 - Dago fotogallery

¿Es la sitofilia un trastorno? En la propia palabra ya encontramos una pista de lo que opinan quienes la definen: filia. Resumiendo: es una parafilia, sí. Pero es una parafilia de lo más inofensiva, tan inofensiva que ni parece una práctica BDSM. ¿Verdad?

Si queréis practicar la sitofilia, adelante, seguro que ya lo habéis hecho antes sin ponerle ningún adjetivo cuando llenasteis a vuestra pareja de nata o comisteis esa fresa desde su boca. Lo único que hay que tener en cuenta es lavar siempre la comida antes de jugar con ella para prevenir infecciones. El resto, como siempre, queda a expensas de vuestra imaginación.

Conceptos Básicos | Marketing Educativo

Sitofila - La práctica puede llevar, o no al acto sexual. El término se asocia comúnmente a la práctica erótica de tomar alimentos considerados afrodisíaco como chocolate o crema batida, los cuales se vierten sobre el cuerpo de la pareja sexual para producir un gozo sexual. La práctica puede tener fines decorativos, a veces puede corresponder a servir un plato sobre los genitales femeninos o masculinos.

El término también incluye la masturbación con diversos productos alimenticios de formas fálicas (ej.: mazorcas de maíz, pepinos, calabacines, bananas, y productos procesados como salchichas) para sustituir el uso de un consolador en la penetración vaginal en la mujer y la penetración anal en ambos sexos. En su forma menos frecuente se puede asociar el término a la penetración de alimentos por un individuo masculino.

El body shot (trago de cuerpo en inglés) es una práctica en la que se vierten bebidas alcohólicas (regularmente tequila) sobre el cuerpo de una persona para que otra las tome. Suele vertirse sobre el ombligo o sobre los pechos, además pueden incluirse acompañantes de las bebidas como limón y sal, los cuales también se colocan sobre el cuerpo.

Nyotaimori – El nyotaimori (japonés 女体盛り, ‘presentación en cuerpo de una mujer’), llamado a veces sushi corporal, es la práctica de comer sashimi o sushi del cuerpo de una mujer , típicamente desnuda. El nantaimori (男体盛り) alude a la misma práctica, pero sobre el cuerpo de un hombre. Esta variante de sitofilia es originalmente una oscura costumbre japonesa que ha atraído una considerable atención de los medios de comunicación internacionales. Como resultado de servirse sobre un cuerpo humano, la temperatura del sushi o sashimi se acerca a la corporal.

Dendrofilia - Es una parafilia sexual que describe la atracción sexual hacia los árboles y las plantas, incluyendo su uso como objetos sexuales. Algunas personas usan vegetales y frutas como los pepinos o las zanahorias para introducirlos en su vagina o en el ano como objeto para recibir placer sexual u orgasmos cuando se masturban. En los varones se pueden utilizar agujeros dentro de árboles o troncos asimilando la forma de una vagina, por donde se introduce el pene. Mucha gente experimenta sentimientos hacia las plantas al cabo de haber tenido sexo en un jardín, bosque, invernadero, o recámara con muchas plantas. El uso de flores para acariciarse el cuerpo también se incluye dentro de la dendrofilia.