viernes, 20 de agosto de 2021

Aire

 Cómo saber si estás en una relación tóxica | Muy Interesante

Coges del cuello a TU sumisa, primero pones una mano en su nuca, agarrando con fuerza, acercas tu rostro para que sienta tu aliento porque ella está a punto de perder el suyo. Después colocas la otra mano, por delante, ahora las dos manos parecen ahogarla. Aprietas con fuerza instalado en el profundo convencimiento que sabes hasta donde apretar, cómo y cuánto. Ella cierra los ojos en el convencimiento de quien confía ciegamente en el otro. Su respiración se acelera, excitada, al mismo tiempo apenas consigue un último hálito. Aflojas la presión y el color vuelve a las mejillas de la sumisa al tiempo que el aire vuelve a sus pulmones. Ella sonríe, tú sonríes. Vuelves a apretar. 
 
AIRE

La boca de TU sumisa rodea tu pene, lo hace bien, pero aún podría hacerlo mejor, no te importa, ya aprenderá. Le dices que aparte las manos y entonces coges su cabeza y la empujas haciendo que tu pene roce el comienzo de su garganta. Sus carrillos se inflan, tose y gimotea débilmente, después liberas la presión y ella abandona tu pene para coger aire mientras una cascada de saliva gotea desde sus labios sobre tu pene. Ella intenta sonreír, pero no puede, tú sonríes. Vuelves a cogerla de la cabeza y a hundir tu pene en su garganta.

NECESITO AIRE 

Lo que acabáis de leer puede parecer una tortura o la búsqueda del placer. El dolor lleva al orgasmo a unos y aterra a otros. Unos son alérgicos al melocotón y otros lo devoran con fruición (la rima también ayuda). Aunque, una vez más, todo depende del color del cristal con que se mira. ¿Si haces lo anteriormente descrito eres un sádico o estás loca? Si lo haces contra tu voluntad, sin consenso, sin conocimiento... es una locura. Si lo haces sabiendo lo que haces: adelante. Y ahora os preguntaréis "¿a ti, como amo, te gusta?". Y la respuesta siempre es la misma: primero responde tú.

MÁS AIRE, NECESITO MÁS

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