¿La persona dominada nace o se hace? Esta misma pregunta se puede formular de diferentes maneras, emulando incluso a Lewis Carroll y pasando al otro lado del espejo: ¿La persona dominante nace o se hace? También podemos ponernos creativos y tirar de símiles que planteen lo mismo aunque con diferentes ropajes ¿El escritor nace o se hace? ¿El corrupto nace o se hace? ¿Aprendemos de forma constructivista o conductista? ¿El asesino lo lleva en los genes o es su realidad social quién lo convierte en asesino? ¿Dulce o salado? ¿Azul cielo o azul oscuro? Algunas de las respuestas a estas preguntas salen del corazón, otras salen de diferentes órganos de nuestro cuerpo... y, curiosamente, estas preguntas obtienen respuestas rebuscando entre los pliegues de nuestro cerebro. ¿Entonces para qué tenemos la cabeza si no es para responder a preguntas vitales? Siento informaros que también tenemos una cabeza para probar diferentes peinados a lo largo de nuestra vida. Y esto eso es algo que saben todos, incluso los neurólogos. Bromas aparte, no creo que todo eso sea importante en el BDSM. Lo afirmo (o lo niego) con el mismo convencimiento con el que un jurado de un concurso de talentos bosteza ante la actuación de un tenor. Da igual si nacemos siendo dominados o dominantes. Da igual si es nuestro entorno quien nos conduce a explorar tales tendencias. Lo importante no es cómo hemos llegado si no a dónde queremos ir. Nuestras tendencias sumisas o dominantes tienen que ser puestas en práctica en algún momento de nuestras vidas para que dejen de ser una fantasía (o una falsa percepción de nosotros mismos) y descubramos si somos aquello que imaginamos y/o sentimos, o no.
Aunque esto solo sucederá si previamente hemos fantaseado con ello y si posteriormente tomamos una decisión sobre quedarnos en el mundo de lo imaginario o seguir caminando (con paso firme o no) en dirección al mundo real.
No perdéis el tiempo ni gastéis energías intentando comprender cómo habéis llegado. Da igual si habéis nacido así u os habéis convertido en esto. Ahora que lo sabéis, lo único importante es tomar una decisión.
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