Hay fotogramas de la vida que resultan imborrables aunque te empeñes en descoser la tela con la que se construyen los recuerdos. Son trozos de universo sin un comienzo ni tampoco un final. Escenas aisladas que te devuelven toda esa felicidad, excitación, alegría lo que sea, independientemente de la causa y de las consecuencias. Ojalá en la vida todo funcionase así, sería como devorar un burrito picante sin tener que cocinarlo ni tampoco sufrir una indigestión o estar toda la noche rascándote cierta parte del cuerpo.
Algunos de los recuerdos que mejor me vuelven son aquellos que se conformaban de forma excitante en mi memoria, esos recuerdos a los que acudes cuando quieres hacer nata batida por ti mismo.
Pero, claro está, por mucho que pretendamos disociar, el pasado también construye recuerdos que se colocan antes y detrás de otros recuerdos, como un fotograma en una película. Disociar es divertido, quedándonos tan solo con la guinda del pastel, pero también es una utopía. Como recuerdo aislado para cocinar el más delicioso de los postres, funciona. Pero esa no es la realidad. Hay que comerse todo el pastel para disfrutar de la guinda.
Tengo un grave problema y ese es que esa disociación me sucede también en la realidad. Cada vez menos, pero me ha sucedido, me sucede e incluso me sucederá. Intento quedarme solo con el placer, olvidando que para jugar en equipo necesitas dialogar con tus compañeros. Puedes meter un gol, claro, pero aunque incluso lo celebres a solas, se necesita de todo el equipo para llevar la pelota desde una portería hasta la otra. Y si lo celebras solo, olvidándote del bienestar de tus compañeros de equipo, entonces estas disociando en "real time", transformando lo que podría ser una experiencia en un ejercicio de egoísmo que me obliga a disociar ese recuerdo en el futuro.
No soy un monstruo, tampoco conduzco solo por la autopista aunque el coche esté lleno de pasajeros. Pero tengo que recordarme día tras día, que incluso el placer mas egoísta, sigue siendo algo más que placer. Lo intento, pero aun me queda mucha gente de la que disculparme.
¿Lo estaré haciendo para seguir disfrutando de esos recuerdos sin que sean un placer culpable? ¿O lo estaré haciendo porque quiero repetir esos recuerdos con las mismas personas pero ahora hacerlo bien?
Soy lo peor, pero al menos soy consciente de ello.
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