Vivimos en el convencimiento de
que estamos hechos para una persona y esa misma persona está hecha para
nosotros. En algún rincón de este planeta redondo tenemos nuestra alma gemela
que, con toda seguridad, nunca llegaremos a conocer. Debido a esto acabamos acercándonos
a personas que aun que no son esa alma gemela, suelen ser nuestros iguales de
marca blanca que, a falta del inalcanzable original, pueden calmar nuestra hambre
durante años.
Como en ese supermercado, nuestros
amores de marca blanca se acumulan en el estante ofreciéndonos una variedad que
acaba derivando en cantidad. ¿A dónde quiero llegar? Lo que pretendo explicar
es que, a falta de esa alma gemela, disponemos de varios ejemplares que nos
permiten disparar a dos dianas con una misma pistola. No son la diana perfecta,
pero son una diana.
No voy a citar ahora a esa
estrofa de la canción del siempre excitado trabajador de la construcción que
vende colonias que dice “Por el amor de esa mujer somos dos hombres con un
mismo destino. Y aunque me digas que ella es para ti y aunque seas mi amigo,
lucharé.”. Vaya… ya la he citado. Bueno, me sirve.
¿Qué sucede si dos hombres se
enamoran de la misma mujer o viceversa? Si sucede lo primero es la lógica, pero
si sucede lo segundo, entonces es que volvemos a disparar a dos dianas con una
única pistola. ¿Qué problema hay en eso? Ninguno, la vida está para disfrutarla,
incluso para compartir. Pero sí que hay un problema: algunos no saben compartir
porque nuestra condición es la de seres posesivos. Vallamos nuestro jardín, le
ponemos un collar a nuestro perro y exhibimos a nuestra pareja para que todos
contemplen la suerte que tenemos. Pero compartir jardín, perro o pareja con un
desconocido… no parece funcionar.
Dos hombres y una mujer es una
ecuación que debería funcionar si los egos se quedan en el cajón de la nevera. Bien
por ella, bien por ellos. Incluso podemos romantizar esa relación a tres bandas
y comprender que la vida es mas flexible de lo que creemos, comprender que en los
estantes del Mercadona hay productos de marca blanca iguales, muchos. Maldita
sea, ya les he hecho publicidad. ¿Les gustará que asocie su marca a una
relación a tres bandas? Posiblemente si es sin gluten no tendrán inconveniente…
¿Y que opinará Bustamante?
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