martes, 19 de octubre de 2021

Healthy Vs jamón del bueno

Tortizorza: El bocadillo tremendo que alimenta las noches gallegas | El  Comidista EL PAÍS

Hay días en que nos levantamos y nos apetece desayunar algo salado. Al día siguiente nos morimos por algo dulce. No hay una ciencia exacta en eso más allá del hecho de que nuestro cerebro es tan voluble como una voluta nacida de la mejor de las ascuas. ¿Os imagináis cada día desayunando galletas? Los healthy dirán que cada día desayunan uno de esos cuencos con aguacate, brotes y avena, acompañado de un zumo de papaya. Que no os engañen: ese cuenco es solo para la foto de Instagram, después de subirla lo tiran a la basura y se hacen un bocadillo de jamón del bueno y una cerveza. 

Mi reflexión sería que no podemos estar siempre comiendo lo mismo, viviendo lo mismo, observando y siendo observados por los mismos. Podríamos, pero entonces la vida sería tan aburrida como una película de Isabel Coixet. Nos gusta la repetición, solo hay que comprobar los capítulos de "Los Simpson" o "La que se avecina" que repiten una y otra vez por televisión con audiencias que ya habían visto esos capítulos y los volverán a ver. ¿Por qué sucede eso? Pedimos siempre el mismo pescado en el mismo restaurante o vemos varias veces la misma película porque son territorios de placer conocidos.

La disyuntiva es: ¿quedarte con lo que te gusta sin atreverte a ir más allá o ponerte la escafandra y bucear en aguas desconocidas? Quizás la respuesta es una combinación de ambas. Porque vivir siempre en el eterno conformismo o en la continua experimentación parece, en ambos casos, contraproducente.

Pero claro, en cuestiones emocionales o intelectuales, en relaciones personales, es complicado compaginar varios placeres sin sentirte como Judas recogiendo las monedas. ¿Qué hacer entonces? Vuelvo a mi teoría de que hay demasiados vehículos a los que se les estropean los frenos para quedarnos quietos en la calle. Hay que moverse, hay que probar y hay que vivir.

Porque la opción contraria es demasiado aburrida.


jueves, 14 de octubre de 2021

Prácticas: privación de la vista

blindfolded... | Blindfold, Girl, Lady


La mujer observa el antifaz que hay sobre la mesa, está confeccionado de gruesa tela negra. ¿Por qué todos los antifaces acostumbran a ser de color negro? La mujer imagina que la negrura de la tela acostumbra a hacer alusión a la negrura de quien ha perdido toda visión. 

¿Por qué utilizar una venda en los ojos? Es como ir a un restaurante y decir "solo quiero comer los platos que sean dulces" o "solo los platos que tengan un precio impar". Si tenemos cinco sentidos ¿qué sentido tiene perder voluntariamente uno? (primer chascarrillo) La negación de un sentido potencia el resto. Ya sea de forma voluntaria o no. Los ciegos escuchan mejor, tocan mejor. Los sordos observan mejor. Y así con todo.

La privación de los sentidos en el BDSM es una práctica clave para potencia lo que experimentamos durante una sesión. Pero de la misma forma que es una ventaja, también puede convertirse en una tortura (no deseada) porque hay personas que necesitan ver para construir un escenario donde sentirse seguras. La oscuridad también puede desembocar en terror.

¿Mi opinión? Si puedes superar la fobia a la oscuridad, lo mejor que puede pasarte en las primeras sesiones es tener una venda en los ojos y limitarte a sentir, obedecer, escuchar, oler... focalizarte en las sensaciones y olvidar cuanto de visualmente narrativo hay en la vida. Abstraerte de lo que conoces y depender absolutamente de otra persona incluso para moverte. Esa es la esencia: dependencia y emoción.

Y es que el BDSM tiene tantas páginas como el libro más extenso. Algunas incluyen antifaces, otras no. ¿Qué más da mi opinión? Lo que importa es lo que os apetezca a vosotros. Empezad una sesión sin antifaz y ponedlo después, hacedlo al revés, jugad al ratón y al gato en una habitación a oscuras. ¿Qué importa lo que digan los demás? Lo que debéis hacer es hablarlo y encontrar aquella combinación que os excite.

La buceadora

Artista interpreta deslumbrante baile subacuático en la piscina más  profunda del mundo

La sumisa está arrodillada en el frío suelo. Está completamente desnuda a excepción de un collar que rodea su cuello y del que salen dos cadenas que acaban en sendas pinzas capturando sus pezones. También lleva una venda en los ojos. ¿Consideramos la venda de los ojos y el collar con cadenitas como vestuario? Imagino que no porque salir vestida así a la calle significaría salir desnuda. 

La sumisa está exhausta, sudorosa y temblando de frío. Lleva más de dos horas practicando sexo oral a su amo que está sentado en el sofá. El amo se ha corrido varias veces en su boca, pero ella nunca se ha detenido, como le ordenó él antes de la sesión. Le duelen tanto las mandíbulas que imagina que cuando salga a la calle no podrá ni decir "hola". ¿Es esto lo que ella deseaba? Puede que desee mucho más, pero lo que también desea es volver a ser ella misma. Ser una sumisa desnuda y agotada, pero sentir que es una sumisa que ha recuperado el control.  Demasiados años doblegándose a las voluntades de otros sin argumentar ni un reproche pero tampoco ningún deseo. Y ahora está ahí, pasando por el trámite de sentirse examinada, como en una primera entrevista de trabajo. Pero sabiendo que, antes de entrar por la puerta, el trabajo ya era suyo. Sabiendo también que en este nuevo trabajo, podrá actuar como ella es en vez de ser el muñeco de un ventrílocuo.

Confundimos la necesidad de tomar aire con la necesidad de volver a nuestra esencia. Por mucho que el buceador salga a tomar aire, sigue siendo un buceador. ¿Pero y si en vez de un buceador quieres ser una sirena? Porque por mucho que tomes aire no te convertirás en una sirena hasta que te despojes del traje de neopreno, las aletas y las gafas. ¿Y si el buceador es en realidad una sirena? Entonces solo necesita un mar cristalino donde nadar, ajena a la falta de aire o a la oscuridad del fondo del océano.

A la mujer le gustaría ver la expresión de su amo, pero sigue con los ojos vendados. ¿Estará satisfecho con ella? Se ha corrido varias veces en su boca, si, pero eso es satisfacción física, tan solo esto. Y cualquiera con una mínima habilidad puede conseguirlo.

La mujer sonríe, consciente de que este primer paso es justamente lo que había estado buscando de forma inconsciente en los últimos meses: nuevos retos, nuevas sensaciones, sentir que está nadando en un mar nuevo en vez de buceando en la misma oscuridad de siempre. ¿Y si sale mal? Si imaginas que algo va a salir mal entonces no salgas de tu cama cada mañana porque el hecho de respirar ya implica que algo puede salir mal.  Todo placer nuevo trae nuevos inconvenientes. El secreto consiste en la decisión: decidir si quieres quedarte con lo conocido o arriesgarte con lo nuevo. Quizás ambos. Tampoco es una mala solución.

La mujer respira profundamente y espera a que su nuevo amo diga algo. Entonces solo escucha una pregunta que viene de él:

-¿Que es lo que más deseas, sumisa?

miércoles, 13 de octubre de 2021

Fetichismo (o parafernalia) y BDSM

The girl on the box | Spanking Animated Gifs

El mundo BDSM es todo un mundo. ¿Se puede comenzar peor un texto? No lo creo. Intentaré explicarme: cuando digo que es todo un mundo me refiero que parece un universo independiente de la realidad, con sus propias normas, personas, y escenarios. Imaginad un extraterrestre que llega a la tierra y lo primero que encuentra es una mazmorra donde dominante y dominado están vestidos de cuero, utilizando extraños instrumentos, lenguaje violento, actitudes degradantes, dolor y llanto. Estoy convencido de que el extraterrestre giraría de inmediato el volante de su platillo volante (si es que los platillos tienen volantes) y volvería a su planeta para seguir esnifando gusanos y reproduciéndose por esporas.

¿Os habéis dado cuenta del chiste? El "volante" de su platillo "volante".

(aquí vendría un redoble de batería a modo de colofón del gag, imaginadlo)

En fin, sigamos...

Porque, reconozcámoslo, una sesión BDSM de la vieja escuela puede parecer más una performance sobre la santa inquisición que dos personas practicando BDSM. Látex, mazmorras, instrumentos, etc. ¿Es necesario todo eso para practicar BDSM? Desde mi punto de vista, no.

Pero hagamos otra reflexión: ¿es necesario ir bien vestido a una boda? Peinado de peluquería, perfumados, un traje o un vestido para la ocasión... nuestras mejores galas. ¿Es necesario eso? Pues tampoco porque en nuestra sociedad, toda esa parafernalia no es más que un disfraz para decir: estoy aquí haciendo esto y como vosotros estáis igual que yo, podemos comenzar esta ceremonia. Convenciones sociales como lo de disfrazar a tu hijo de marinero en su primera comunión cuando el único barco en el que se suba en su vida sea el que le llevará de viaje de fin de curso a Mallorca.

¿Es necesario todo el fetichismo, artilugios y/o escenarios en el BDSM? Pues si lo pensamos fríamente: tampoco. ¿Ayudan? A según que personas, sí. Les ayuda a meterse más en la piel del rol que van a adoptar.

Desde mi punto de vista (y eso es algo subjetivo, ajeno a normas) no creo que toda la parafernalia BDSM sirva para mucho. Es más, en mi caso es algo que rechazo porque me da risa, me parece que me estoy vistiendo para ir de carnaval. Pienso (y es, de nuevo, una opinión) que para dominar a alguien solo necesitas voluntad, ganas, respeto y consenso. 

Nada más.

martes, 12 de octubre de 2021

Breve encuentro

Ayuda con estos gifs! - Poringa!

La perra me está esperando en el recibidor de su casa. A mí, a nadie más. Utilizando el posesivo diría "mi perra me está esperando". Porque el BDSM es posesión.

He dicho "perra" porque a las personas se les llama por su nombre. Si os vais a escandalizar por llamar perra a una mujer en un contexto como el que nos ocupa, entonces mejor dejad de leer y volved a vuestros quehaceres. 

Retomo: la (mi) perra me está esperando en el recibidor de su casa. Empujo la puerta entreabierta y la encuentro de pie, vestida, con una venda en los ojos y una vela en el suelo iluminando la estancia. Es más pequeña de lo que imaginaba. Mejor. Me gusta la gente pequeña. Cierro la puerta, la cojo del cuello y digo "hola perra" antes de besarla en los labios. Pronuncio las palabras con una deliberada debilidad, casi el susurro de un adolescente. Todo tiene un motivo. La perra apenas devuelve el beso. Después descubriré que esa mujer es capaz de asumir que venga un desconocido a su casa a usarla, pero le cuesta dar un beso porque necesita algo más. Quizás el día previo al apocalipsis nuclear sea capaz de darme un beso de verdad, pienso.

Meto una mano por debajo de su falda, aparto su braga y meto mis dedos en su coño. Está húmedo. Después saco los dedos y los huelo. Antes de eso he colocado un collar en su cuello. Mis dedos huelen a flujo de perra. No esperaba menos.

El plan es llegar, masturbarla e irme. Sin que ella pueda verme. Sus besos saben a tabaco y alcohol, pienso mientras continuo masturbándola. La perra se corre dos, tres, cuatro veces. Le quito el vestido y observo su cuerpo. Es pequeña. Me encanta ese cuerpo aunque para mí el físico sea secundario. Lo que realmente me atrae es su mente de perra arrastrada. ¿Os seguís escandalizando? Pues dejad de leer porque eso es lo que es ella para mí.

Una perra arrastrada.

Aunque esta noche no lo sea. Pero, a pesar de esa diferencia, ella sigue siendo la perra arrastrada que quiero que sea.

Meto uno de mis dedos en su culo, está cerrado pero acaba entrado. La hago apoyarse contra la pared y la cojo con fuerza del cuello. Meto más adentro el dedo, ella se queja. Le gusta pero le duele. Tiene miedo. Saco mi dedo. Debo detenerme porque esta noche no ha venido el amo. En realidad quien ha venido es un vecino que va a masturbar a esa mujer que, a veces, la ha visto pasear por el barrio.

La mujer. La perra. El hombre. El amo. Todo son etiquetas.

La perra huele a sexo. Lo único que quiero es sacarme la polla y follármela por todos lados. Pero no lo hago porque me he equivocado antes con ella y no puedo permitirme ni una más. También por respeto. Cuando digo que voy a hacer algo a alguien, lo hago. Ni más ni tampoco menos.

La perra está cansada. Le pregunto si quiere que me vaya. Ella asiente aún a su pesar. Está pendiente del teléfono, no le quedan fuerzas. Ella quiere que yo la use. Yo quiero usarla. Y, a pesar de ello, abro la puerta y me voy. Las cosas han de ser como han de ser cuando han de ser. Puede que ese no sea el secreto del éxito, pero ayuda a dormir mejor y facilita que las cosas fluyan y continúen.

Cartel Reino Unido de 'Breve encuentro (1945)' - eCartelera


lunes, 11 de octubre de 2021

La pasión

Dicen que, sin pasión, cualquier acto que emprendamos estará destinado al fracaso. Mi opinión al respecto es que no es necesario vivir con pasión a todas horas todo cuanto hacemos, aunque si insuflamos una dosis controlada de pasión a las cosas... todo mejora. 

Hay que saber pisar de vez en cuando el freno. Porque un coche a toda velocidad donde al conductor todo le sale bien solo sucede si eres Vin Diesel.

Vin Diesel Race GIF - Vin Diesel Race Car - Descubre & Comparte GIFs

En el BDSM debemos ponerle pasión a todo cuanto hagamos, una pasión controlada, pero pasión sin tapujos  también. Que algo no tenga medida no significa que esté descontrolado. Si deseas pasión, si eres una persona pasional, si quieres volver a recuperar la pasión... pídelo. 

Pero debemos tener claro que pasión no es fuerza, tampoco es rapidez, pasión no es intensidad, no es velocidad. Pasión es que te arda el corazón por volver a sentirte vivo y que te des cuenta de que, mientras no te detengas, ese fuego tampoco lo hará. Pasión es mirar alrededor y no conformarte con lo que tienes. Pasión es apretar los dientes y dar un nuevo paso.

¿Cómo diferenciar la pasión del hambre o de lo voluntarioso? Es simple: cuando acabas, aunque estés cansado y dolorido, lo único que te ronda por la cabeza es contar las horas para que vuelva a suceder. La definición de pasión es la de un sentimiento capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón.  Pasión es querer más y, para ello, poner dar todo lo mejor que guardamos hasta quedar extenuados.

Pero la pasión, en el BDSM, debería ser razonable y controlada. ¿Cómo hacer eso? Complicado pero no imposible. Cuestión de experiencia.

Pasión si, descontrol no. 

robert zemeckis GIFs - Primo GIF - Latest Animated GIFs

Diálogo de la película "The Walk" (Robert Zemeckis, 2015)

- ¿Algo que declarar?
- Voy a colgar una cuerda de equilibrista entre las dos torres del World Trade Center y caminaré sobre ella.
- ¡Ja! ¡Buena suerte!

sábado, 2 de octubre de 2021

¿Qué es un switch?

Al rico helado: 12 lugares para probarlos | Finde

¿Qué es un switch? La respuesta varía según el purismo (que no puritanismo) de quien la contesta. Como definición canónica, el swicth (en el ámbito de la terminología BDSM) es aquella persona que puede adoptar el rol de dominante o dominado, indistintamente (no en la misma sesión, claro). Es decir, unos días me apetece helado de nata y otros me apetece helado de chocolate. Y ellos mismos son un helado de dos sabores. 

No obstante, si preguntas a la gente que es un switch, la respuesta va desde esos señores encuerados de la vieja guardia BDSM y argumentando que "son gente que no saben lo que son" hasta los switch de la nueva guardia afirmando con condescendencia "no sabes lo que te pierdes si no eres switch". 

Es aquí cuando volvemos a mi teoría de que todo en la vida es binario. El mundo se divide en dos tipos de personas: los que se lavan los dientes antes de ducharse y los que lo hacen después. Y luego están los practicantes de BDSM y por otro lado los que no practican BDSM. Vivimos en ese mundo binario donde aceptamos o rechazamos y donde, en teoría, la libertad intrínseca en toda sociedad nos movería a aceptar cualquier decisión ajena siempre que no sea dañina (para las personas o para el conjunto) y rechazamos aquello que es dañino. 

¿Qué sentido tiene entonces rechazar a aquellos que son switch? Me parece repugnante que un caracol se convierta en una comida, pero no rechazo a la gente que come caracoles. Me parecen excesivas o turbadoras (opinión subjetiva) algunas prácticas del BDSM y nunca las practicaría, pero no por eso rechazo a la gente que las practica.

Pero no nos vayamos por los cerros esos de la Úbeda esa. Porque el título de este post es "¿qué es un switch?", y no "¿es correcto ser switch?". Así pues, partiendo de la base del respeto a los demás (sea en el ámbito del BDSM o fuera de él), la definición de un switch vuelve a ser algo tan sencillo como lo que he escrito antes: aquella persona que puede adoptar el rol de dominante o dominado, indistintamente.

En las prácticas BDSM, se denomina switch o versátil a la persona que ejerce tanto roles dominantes o activos como roles sumisos o pasivos, dependiendo del momento y de la persona con la que se relaciona en esa situación.