viernes, 30 de julio de 2021

La mecha corta, la mecha larga

Explosive GIFs - Get the best gif on GIFER

En algunas ocasiones, las decisiones que tomamos están movidas por meros impulsos eléctricos. En el BDSM sucede que muchas personas reflexionan sobre si hacerlo o no durante un largo periodo de tiempo, valorando y volviendo a valorar los pros y los contras de comenzar en el BDSM. Y de repente, un día, ese impulso eléctrico les mueve a tomar una decisión en positivo (porque no hacer nada es lo mismo que decidir no hacer nada). Esa decisión, nacida de un impulso, tiene una mecha hasta llegar o a explotar. En ocasiones la mecha es kilométrica y otras veces es tan corta que imaginaremos que nos explotará en las manos tan solo acercando la llama del mechero. Pero siempre tiene una mecha. Como cuando nos regalan un pack de esos de "cena para dos" o "experiencia en el pirineo" y vemos que solo tenemos seis meses para reservar o perderemos el regalo, La mecha corta tiene ventajas e inconvenientes. La ventaja es que facilita las decisiones. La desventaja es que cuando se acaba la mecha, vuelve la monotonía.

Si habéis tomado la decisión de practicar BDSM ya sea movidos por un impulso o porque habéis sopesado pro y contras y habéis decidido hacerlo, mi (modesto y seguramente equivocado) consejo es que tengáis paciencia. Que intentéis estirar de la mecha todo lo posible para que siga quemando sin apagarse. Porque cuando decidimos comenzar en el BDSM, las cosas no son instantáneas. Las personas tenemos una vida al margen de los roles y de las máscaras. Una vida llena de cosas que hacer, compromisos o dificultades.  Cuando decidimos ir a un restaurante, reservamos mesa un día y una hora en concreto, eso nos obliga a adquirir un compromiso concreto: a tal día y a tal hora estaré en tal lugar. Pero cuando decidimos comenzar en el BDSM, decidimos que quedaremos con alguien, cuadramos agendas, esperamos a estar tranquilos o a tener toda una tarde, Esperamos a estar solos o a que el lugar esté disponible. Cuando decidimos comenzar en el BDSM no reservamos un día y una hora concretos en un lugar concreto y eso hace que la mecha siga quemando y quemando con el riesgo de que se apague, dependiendo de lo larga que sea. Cuanto más larga sea la mecha, más posibilidades hay de que se apague antes de que explote.

Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia. El BDSM también es ciencia: la química del placer. Tengamos pues paciencia pues la ciencia está ahí y si queremos experimentarla, deberemos hacer que la mecha siga quemando hasta encontrar ese día, esa hora y ese lugar. Por mucho que todos los miedos nos impulsen a humedecer nuestros dedos y a apagar la mecha.

jueves, 29 de julio de 2021

Prácticas: Consejos para el sexo anal en una relación BDSM

Postura - bondage ligero - Sexo para parejas

No soy mucho de dar consejos "prácticos" estilo "diez cosas que has de saber antes de ser sodomizada" y cosas así. Lo que vais a leer a continuación es simplemente una serie de ideas si queréis incluir el sexo anal en vuestra relación BDSM o simplemente vais a probar el sexo anal. Como curiosidad tradicionalmente, el sexo anal entre parejas heterosexuales no estaba bien vista, aunque se utilizaba para evitar embarazos no deseados hasta la aparición de métodos anticonceptivos. Con el tiempo se asume como una parte más de las prácticas sexuales. Un estudio realizado en 2012 en los Estados Unidos tuvo como resultado que el  47% de las personas disfrutan del sexo anal, y 25% definen como “regular” la práctica.

-La manipulación en el ano nunca debería ser seguido de una manipulación vaginal, en especial si la sumisa tiene tendencia a tener infecciones vaginales. Esto es debido a que las bacterias del ano podrían infectarlo. Lo mismo para la penetración anal, no  debería ser seguida de una penetración vaginal. Si queremos hacer esto (con los dedos, con el pene, con un juguete), lo mejor es lavarlo bien antes de pasar del culo a la vagina.

-Es falso que la penetración anal sea menos placentera que la vaginal, aunque depende de cada persona. El ano tiene miles de terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas con los dedos, un juguete o el pene. También es posible tener un orgasmo únicamente con la penetración vaginal sin necesidad de ningún otro tipo de estimulación. No obstante, creer que cualquier persona puede sentir placer con la penetración anal, es un error. Si sodomizamos a alguien porque asi lo hemos decidido ambos, debemos estar atentos a las reacciones de la otra persona. Si somos sodomizados y algo no funciona (por dolor o simplemente porque no nos apetece) debemos decirlo rápidamente para parar.

-Siempre deberíamos utilizar un lubricante basado en agua. El lubricante, además de facilitar la penetración, evita algunas enfermedades de transmisión sexual (como el SIDA) porque  reduce el riesgo de sangrado y la consiguiente infección. 

-Nunca deberíamos utilizar sustancias anestesiantes ni lubricante con benzocaina para "anestesiar" el ano ya que la persona que está siendo sodomizada no reconocerá cuando se le está produciendo daños. Además, el uso de anestesiantes reducen a cero la sensación de placer de la persona sodomizada. Recordemos que hacemos las cosas dentro del BDSM para disfrutar, pero para disfrutar ambos, no solo la persona dominante.

-El ano (o el esfínter) es un músculo y, como todo músculo, con la práctica se adapta a la nueva situación. Al comienzo, si la persona que va a ser sodomizada, está nerviosa, tensiona los músculos de su cuerpo (incluido el esfínter, aunque no sea consciente de ello) y eso dificulta la penetración. El tópico de "relájate y disfruta" adopta aquí todo su sentido. La persona que va a ser sodomizada debe relajarse (en lo posible) mientras la persona dominante comienza a dilatar su ano con dedos o algún dilatador anal y siempre con lubricante. La estimulación anal previa a la penetración es importante en esta práctica.

-En el BDSM el sexo anal se utiliza también a modo de demostración de poder de la persona dominante sobre la persona dominada, ya sea utilizando juguetes o el pene. Algunas personas sumisas que disfrutan placer experimentado dolor suelen incorporar el sexo anal (o jugar con el ano) como práctica para obtener dolor. Si una persona dominada rechaza el dolor o rechaza el sexo anal, la persona dominante nunca debería incorporar esas prácticas en las sesiones. El consenso y el respeto es vital en una relación BDSM. 

-La mayoría de las veces, la persona sometida siente placer en la penetración anal porque está obedeciendo a la persona dominante. El placer en el servir (algo psicológico) se acaba convirtiendo en un placer físico. No obstante, si la persona dominante quiere proporcionar mayor placer a la persona que está siendo sodomizada, puede estimularla manualmente mientras la penetra.

Después de leer todo esto, si tenéis claro que queréis hacerlo dentro de la relación BDSM: ¡adelante!  Espero haberos ayudado en algo aunque repito que ni soy médico ni psicólogo, lo que acabáis de leer son tan solo mis opiniones o lo que he aprendido todos estos años.

Y solo me queda decir (dentro del contexto): ¡Que os den por el culo! 

Groucho Marx - Album on Imgur

 

martes, 27 de julio de 2021

La química de la negación


Fantasías GIF de ayer y hoy - Page 71 — Foros JNSP

Cuando llega el día de nuestra primera sesión BDSM es cuando el mundo se derrumba a nuestro alrededor. La respuesta es bien sencilla: nos es permitido ser valientes cuando la distancia es la suficiente. Pero llega el día de la primera sesión y el azul del cielo se torna de un rojo sangre, comenzamos a pensar que la persona con la que nos vamos a encontrar es el mismísimo diablo y poco nos falta para salir corriendo hasta la comisaría más cercana a pedir ayuda. Nos detenemos un momento, antes de salir a la calle, y nos preguntamos por qué lo que ayer era deseo, hoy se ha transformado en temor. De repente hemos adoptado tal fragilidad que imaginamos que si alguien nos abrazase, nos romperíamos en mil pedazos, literalmente.

¿Y ahora qué? ¿Cómo volver a convertir el miedo en deseo? ¿Debo acudir a mi primera sesión con tal fragilidad impregnada en todas las partes de mi cuerpo? ¿Por qué si ayer confiaba, hoy desconfío?

En el deseo se combinan la química (del cerebro), la psicología y lo cultural (o lo moral, en el caso del BDSM). Apetece  romper los esquemas, romper con nosotros mismos, adoptar un rol y hacer todo cuanto nos habían dicho que no debíamos. La búsqueda de eso tiene como motor el deseo, pero cuando llega el momento de convertirlo en realidad, nuestro cerebro se encarga de boicotearnos y utiliza la psicología y lo cultural para recordarnos que "las personas cuerdas no actúan como vas a hacerlo tú".

Lo mismo que sucede ante el saltador de puenting que se bloquea a la hora de saltar. O también ese deseo que hace que el perro se vuelva loco al saber que va a salir a la calle o que le van a poner la comida, pero cuando comen o caminan, ese deseo desaparece.

Nos gusta ilusionarnos porque el deseo es adictivo, las químicas que se desencadenan en nuestro cerebro son drogas placenteras que nos hacen imaginar un mundo mejor, donde no somos juzgados. Un mundo donde, por vez primera, nosotros somos nuestra prioridad.

Por eso mucha gente no prueba el BDSM hasta edad muy tardía, porque la razón siempre se impone al corazón y en el último momento dan un paso atrás. La gente podría pensar que los jóvenes son estás más predispuestos a comenzar en el BDSM porque buscan el placer sin pensar en nada. La realidad es la contraria. Los jóvenes también tienen ese momento de duda antes de comenzar, pero como son jóvenes imaginan que les queda mucho tiempo por probar. Pueden permitirse el lujo de dejarlo para mañana. Y así pueden pasar días, meses e incluso años.

La gente de más edad tienen las cosas más claras, están cansados de vivir siempre por y para los demás, saben que no les queda tanto tiempo por delante para atrasar lo nuevo. Y lo más importante: cada vez hay menos cosas nuevas en sus vidas. Por eso, aunque el miedo les congele justo antes de la sesión, siguen caminando. Porque eso es lo más inteligente y porque la vida consiste en imponerte a ese yo que otros han construido. Y para eso, se necesitan años y más años de vida.


lunes, 26 de julio de 2021

Nos llaman locos (relato breve)

Verse50 — I was naked, hands bound above my head in the...

Nos llaman locos por hacer lo que llaman "locuras". Asumiendo esta premisa (que lo que hacemos sean realmente locuras) ¿qué problema hay con eso? Es mejor vivir como un loco con una llama ardiendo en su corazón que vivir como un cuerdo que tiene instalada la monotonía en su helado corazón mientras, desde su sofá y con expresión aburrida, señala a los demás poniendo etiquetas: "este está loco", "este cuerdo", este otro cuerdo", "otro loco" y así hasta el fin del día como quien cuenta borreguitos para conseguir conciliar el sueño. Como quien no tiene nada mejor que hacer los días de lluvia.

Puede que estemos locos, pero nos sentimos vivos. Si el precio que hay que pagar es el de fragilizarnos, el de temblar de miedo y emoción o el de ser juzgados, entonces el precio que pagamos es bien poco comparado con el premio que obtenemos.

La mujer entra por la puerta entreabierta, hay un antifaz colgando de un cuadro en la entrada, cierra la puerta y se coloca el antifaz sobre los ojos. Después dice "ya está, amo". Entonces su amo sale de las sombras y se dirige a ella, nunca se han visto antes en persona, en realidad ella aún no le ha visto por ese trozo de tela que cubre su rostro. El hombre coge su cabeza con ambas manos y la besa en la boca. Un beso largo y cariñoso, un beso de esos que solo da alguien que realmente te desea. Nada de esos besos mecánicos de los amantes que se saludan después de una jornada de trabajo. Después el hombre la coge de los hombros y la lleva con cuidado hasta el comedor. El hombre, su amo, la observa, ha venido vestida como le ha ordenado, una camisa de tirantes, unos pantalones anchos y sin ropa interior.

Imaginad ahora que en ese mismo comedor, observando a esos dos seres de corazón caliente, hay también un centenar de personas que han tomado asiendo en una especie de grada escalonada, observando la escena. Esos espectadores saben que el hombre y la mujer nunca se han visto antes, también comienzan a ver lo que hace el hombre, tocando el cuerpo de la mujer por encima de la ropa, metiendo su mano dentro de los pantalones de ella.

Los espectadores creen que ella está loca. ¿Ir a casa de un desconocido al que llama "amo" para que haga con ella cuanto él desee? Está rematadamente loca, asegurarán todos. Sin excepción. También le juzgarán a él como de "abusador", dirán que se aprovecha de ella, que la manipula o la empuja a hacer algo que ella no desea realmente.

Una loca y un abusador, piensan todos, mientras sus corazones se enfrían un poco más aún.

Mientras los corazones del amo y de su sumisa se calientan hasta casi quemarles en el pecho,

viernes, 23 de julio de 2021

Una situación cualquiera (relato)

 Cómo dar buenas nalgadas - Cómo dar nalgadas a una mujer - Cómo dar azotes  sexuales

Mia está de pie e inmóvil, está en el comedor de la persona que ha conocido horas antes. Tiempo atrás, ni tan siquiera se habría planteado subir a su casa. Ahora ni se cuestiona que esté allí, de pie e inmóvil, mientras el hombre la observa. Por suerte la expresión "tiempo atrás" significa ahora tan solo eso: el pasado. Por fin ha llegado ese momento de su vida en que poco va a importarle lo que digan los demás, en el que evitará juzgarse a sí misma. Libertad, diversión, placer, seguridad, sensatez y consenso. Es lo único que necesitaba y, de momento, lo ha conseguido. Sigue con la sensación de que algo le oprime el pecho y también con la piel de gallina como cuando leía los relatos que había escrito el hombre que la observa. ¿Qué debe hacer ahora? No va a hacer nada que no le ordenen. El hombre se acerca a ella y comienza a tocar su cuerpo por encima de la ropa, con los ojos clavados en los suyos, en una conversación sin palabras donde el hombre diría "te toco porque eres mía y me apetece" y ella contestaría "sí, amo". Pero no hay palabras. El hombre introduce la mano bajo la falda de la mujer para comprobar que ha venido a su encuentro sin ropa interior, tal y como le ordenó.

Mia va si ropa interior, pero no porque se lo hubiese ordenado él. Esa orden había llegado antes de conocerse y nunca hubiese obedecido a algo así que viniese de un desconocido (quizás tampoco de un conocido). Por mucho que sintiese curiosidad o le gustase lo que le decía, nunca lo hubiese hecho tiempo atrás. "Tiempo atrás". Pero ahora había acudido a su encuentro sin ropa interior porque había arrancado una época de su vida donde haría cuanto le apeteciese, excitase o divirtiese. Sin juzgar ni ser juzgada. 

Mia llevaba demasiados años siendo lo que los demás esperaban que fuese. Esa mujer fuerte, decidida y responsable. El problema es que cuando llevas mucho tiempo siendo el ideal de otros, acabas perdiendo la esencia de la persona y te conviertes en un actor. Sentía que merecería un premio Oscar a la mejor actriz, aunque ese premio tenía un precio a pagar demasiado alto. Y ahora, estaba en ese instante de su vida en que iba a devolver todos los premios que había conseguido e iba a hacer lo que nadie esperaba de ella. Rompiendo en mil pedazos ese molde perfecto.

Mia siente como el amo introduce los dedos en su vagina. Mia se estremece, sin dejar de mirarle a los ojos. Ahora si, Mia está en el lugar exacto donde quiere y siente que debe estar. Porque, en ocasiones, la única forma de romper ese molde es romper con todos los "no" que van rebotando de un lado a otro dentro de tu cabeza. Y cualquiera de esas negativas puede convertirse en algo positivo con el más mundano de los actos.

martes, 20 de julio de 2021

Angel y demonio

 Olhos ojos GIF - Find on GIFER

"No hables con esa persona", te repite ese diminuto angelito que reposa sobre uno de tus hombros. "Habla con él", susurra el pequeño demonio desde el otro hombro.

Existen muchos motivos para pensar que soy una persona perversa o corruptora de angelicales almas. Si solamente lees este blog entonces me imaginarás como un depredador de dientes afilados que serpentea entre las mujeres en busca de la víctima más propicia.

"Me han dicho que no hable contigo", dice la muchacha, entornando los ojos. ¿Quién se lo habrá dicho? Posiblemente uno de esos angelitos que lo juzgan todo, que se creen por encima del bien y del mal, uno de esos anónimos angelitos que creen que el control es cariño. Y digo "posiblemente" porque yo, a diferencia de esos angelitos, no juzgo sin conocer.

De acuerdo, culpa mía, quizás critique a angelitos cuando la realidad es que yo soy el pequeño demonio. La diferencia radica en el control. Yo nunca diría a alguien "no hagas eso". En todo caso diría "intenta hacer eso". 

Observemos el activismo político. Existen dos formas de manifestarse: ir en contra de algo o a favor de algo. Cuando veo una manifestación que va en contra de algo, de inmediato deja de interesarme. Cuando veo a gente manifestándose a favor, para celebrar o conseguir algo, entonces sí que me interesa que pretenden conseguir. Algunos podrían decir que manifestarse en contra de algo es también manifestarse a favor de lo contrario (y viceversa). Pero resulta que en todo cuanto de binario hay en el mundo, nunca me han interesado los "no", el ir a la contra o los angelitos moralistas que te advierten de cuanto no debes hacer.

Es más inteligente descubrir las cosas por ti mismo que escuchar lo que los otros tienen que decirte sobre esas cosas. Por el sencillo motivo de que los demás no son nosotros.

domingo, 18 de julio de 2021

Adoptar un rol

Till the last drop | Blindfolded Pornografía | Hot-Sex-Photos.com

Aún sigo sorprendiéndome cuando una persona dice estar interesada en la sumisión para, a continuación, expresar sus dudas de que pueda ser dominada porque su carácter no es nada sumiso. También sucede lo contrario, quien quiere ser dominante, pero se considera una persona contraria a actuar de esa manera. 

Cuando asumimos un rol, buscamos lo contrario de aquello que (creemos) que somos, esta acción nos permite tomarnos unas vacaciones de nosotros mismos, pero también transforma la experiencia en algo más divertido, algo poderoso, un paréntesis de placer culpable cuando entendemos que es un rol, ya que nos convertiremos en alguien capaz de “actuar” sin ese miedo a imaginar que acabaremos convirtiéndonos en lo que no somos. Imaginad ahora a un actor o una actriz de cine. ¿Creéis que quieren interpretar a un actor de cine con una vida parecida a la suya? ¿Interpretarse a sí mismos? Siempre resulta más divertido interpretar a personajes históricos o villanos o discapacitados, gente diametralmente opuesta a ellos. Primero porque es un reto profesional, pero también porque eso les ayuda a que su trabajo sea más entretenido, más visual, más espectacular.

Y de eso se trata todo esto: de pasarlo bien.

Las mejores personas dominadas que he conocido eran personas con responsabilidades empresariales o de marcado carácter. Personas que, a priori, eran lo más alejado a una fotografía de ellas sometiéndose a una persona. Las mejores personas dominadas que he conocido eran aquellas que mejor entendían que someterse era una manera de liberarse de sí mismas. Eso las empujaba al tiempo que las excitaba.

Adoptamos un rol diferente a cuanto somos por dos motivos.

1- Para abstraernos de cuanto nos rodea

2- Para liberarnos 

3- Para pasarlo bien

Jugad con vuestros amigos (sin son ese tipo de amigos), con vuestros amantes o con vuestra pareja. Pero nunca dejéis de jugar, de experimentar, de descubrir, de divertiros cuál niño pequeño delante de un regalo de navidad. Adoptad un rol diferente a aquello que sois. Pasadlo bien porque, repito, de eso se trata todo esto.


sábado, 10 de julio de 2021

La maldita foto


La vida es más de cuanto observas cuando observas. Podrías coger tu cámara o tu móvil y plasmar la mejor de las imágenes que el ser humano haya logrado inmortalizar nunca con el simple movimiento de un dedo. Y la vida seguiría siendo más que eso. Mucho más. Porque la vida es más que una fotografía, más que unas palabras o que un instante, más que una puerta que se cierra u otra que se abre. La vida es más que contar los días y escuchar las tormentas sentados en la terraza mientras leemos a nuestro tu autor favorito. Aunque alcanzases la felicidad máxima en tu vida, la vida seguiría siendo más que eso. Vemos algunas fotografías, instantes congelados de nuestras vidas, pero nunca alcanzaremos a verlo todo porque no vivimos en la magnificencia de quien todo lo ve y lo disfruta. Somos incapaces de ver la vida en toda su magnitud porque solo tenemos dos ojos y cuatro paredes. E incluso cuando salimos de esas paredes apenas podemos ver unos cientos de metros hasta que la vida se convierte en una fina línea en nuestro horizonte.

Cuando afirmo que practicar BDSM es maravilloso, no me refiero a la vida. En realidad, estoy hablando de mí: de las conexiones eléctricas que se suceden en mi cerebro como consecuencia de unos actos. Cuando digo que practicar BDSM hará que vuestras vidas sean mejores no me refiero a toda la vida, ni tan siquiera a una parte insignificante de vuestras vidas. El BDSM no tiene tanto poder. Pero sí que obtendréis momentos puntuales de felicidad, excitación, placer, orgullo y satisfacción (parezco un monarca...).

La vida es más que una fotografía, una sesión de BDSM o de esos recuerdos que nos impiden comenzar a caminar, que nos mantienen anclados al conformismo. Porque no hacer nada es más seguro que actuar. La vida es armarse de valor y probar a estimular esas conexiones eléctricas con nuevos retos. Y hacerlo en el convencimiento de que eso no es la vida, que eso no es la felicidad y que eso tampoco somos nosotros. Debemos hacerlo en el convencimiento de que eso tan solo un instante, como una foto, momentos que son imágenes congeladas de la vida, de la felicidad e imágenes congeladas de nosotros mismos.

Y estamos como vinimos al mundo: desnudos.

Hay una posibilidad de cambiarlo todo, excepto cambiar el mundo. Aún existe la posibilidad de corregir una simpleza, No hablo de la posibilidad de corregir una injusticia o de salvar una vida. Hablo de nosotros mismos. Aún existe esa posibilidad. Aún puedes hacer esa fotografía y date cuenta de que la vida es mucho más, pero que también es eso, una simple fotografía que ni duele ni molesta. Pero sucede que para fotografiar debes levantarse del sofá, ir a buscar la cámara, armarte de valor e inmortalizar un instante. Y eso cuesta ¿verdad? Pues resulta que no, porque la otra opción es continuar viviendo, simplemente, mientras los dioses te observan y ríen complacidos. Y es que los dioses prefieren  a sus creyentes mansos y estáticos. Así no molestan.

Yo hace mucho que me levanté del sofá, saqué esa fotografía y comencé a cerrar y a abrir puertas. Y no me arrepiento de ninguna de ellas. Incluso de abierto puertas tras las cuales me encontré con las situaciones más nefastas.

Porque, aunque no pueda ver toda mi vida, hay instantes en que me sentí tan y tan vivo. Y eso voy a repetirlo, pero antes he de ver una fotografía.

Y es que, levantarte del sofá y mover un dedo es demasiado sencillo comparado con todo cuanto puedes obtener con esa fotografía de tu vida, obteniendo la entrada para el parque de atracciones más divertido jamás inventado.

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La letra de la canción que acompaña este texto ("Psycho Killer" de David Byrne) comienza diciendo

I can't seem to face up to the facts
I'm tense and nervous and I
Can't relax
I can't sleep 'cause my bed's on fire
Don't touch me I'm a real live wire

Parece que no puedo hacer frente a los hechos
Estoy tenso y nervioso y yo
No puedo relajarme
No puedo dormir porque mi cama está en llamas
No me toques, soy un cable real que tiene vida.

 

jueves, 8 de julio de 2021

Desnudarse

 IGNATIUS | Vive como un mendigo, baila como un rey – La Llama Store

Estoy acabando de leer la autobiografía de Ignatius titulada "Vive como un mendigo, baila como un rey". Cuando hablo sobre un libro, suelo obviar su diseño porque en las brumas de la literatura, la forma nunca debería imponerse sobre el fondo. No obstante este libro, en su diseño, es tan bonito y está todo tan bien encajado que uno se pregunta que pretendían con tal dispendio artístico para enmarcar cuatro letras. Uno de los libros con un diseño más cuidado que han pasado por mis manos. Respecto a lo bonito del contenido, es Ignatius: o te gusta o lo odias. A mí suele gustarme, en especial cuando me disgusta.

Este texto no va sobre el cómico tinerfeño, sino sobre su capacidad para hablar de uno sin esconder absolutamente nada. Admiro esa capacidad de convertir la tragedia en humor. El manual del cómico asegura que la comedia es tragedia + tiempo. Pero con Ignatius el tiempo no existe porque transforma sus tragedias (propias) en humor. Y lo hace de una forma tan orgánica que no sabes si debes reírte con él o del él. Tengo la teoría de que Ignatius se siente más cómodo si nos reímos de él. A veces dudo de que sea realmente un humorista. Por eso me resulta fascinante esa capacidad de ahondar en la miseria y que el drama (o la tragedia) resulten humorísticos a los ojos del resto.

Volvamos al nudo gordiano que es el mejor de los nudos: este texto va sobre desnudarse en público sin tapujos. Y no hablo de algo literal. Ojalá, pero no. En este caso la metáfora no incluye una persona quitándose lentamente un traje regional al ritmo de una jota aragonesa. No soy tan perverso. O sí. Ahora mismo tengo en mente a varias personas a las que me gustaría ver haciendo eso. O no.

Hay personas que tienen blogs donde, desde el anonimato, se desnudan por completo, se abren en canal y muestran sus vísceras al mundo. En eso consiste desnudarse. No tengo claro que yo, en este modesto blog, sea uno de ellos. Ojalá sí.

Por  mi forma de ser, la única forma de decir todo cuanto te pase por la cabeza, sin filtro, es el anonimato. Por eso me gusta Igantius, porque es capaz de hacerlo sin esa red de seguridad que es el paso del tiempo, dando la cara y convirtiendo eso en reflexión y humor.

Escribid donde sea, desde el anonimato o no, si tenéis un blog escribid y seguid escribiendo. Aunque sintáis que nadie os lea. Porque, como hace Ignatius, como intento hacer yo: escribimos para escucharnos en voz alta.

Tan solo eso.

Moral Vs ética

Historia | Hipertextual
 
Primero de todo decir que el siguiente texto es una visión personal que no pretende hacer dogma de nada, aún menos busco exponer “la verdad”. Principalmente porque en cuestiones de moral y ética, todos nos resguardamos bajo diferentes paraguas, también porque eso del color del cristal con que se mira es aplicable a muchos aspectos de lo que aquí se cuenta.

Lo que pretendo ahora es reflexionar sobre la peligrosidad de confundir la moral con la ética.

Como he dicho antes, me considero una persona amoral en el sentido que la moral no condiciona mis actos porque entiendo la moral como algo “impuesto” durante mi crecimiento (en todos los sentidos). La moral o, mejor dicho, nuestra moral se reconstruye a medida que crecemos y adquirimos percepción propia (que no ajena) de cuanto nos rodea. Poco a poco, nuestra moral cambia, adaptándose a nuestra manera de ver la vida. La mayoría hemos sido educados en una moral cristiana (o judeocristiana) que nos marcaba claramente lo que estaba bien o mal, aquello que era correcto o no. Yo pude escapar a todo eso en gran parte gracias al BDSM donde tuve que vencer (mis) prejuicios morales a la hora de actuar como amo. Me considero amoral, aunque no hay que confundir eso con algo negativo ni tampoco convertirme en una alimaña sin sentimientos. La moral, como definición, es el conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad. Pero resulta que una relación BDSM es algo entre dos donde lo importante es el consenso, no la moral.

¿Y la ética?

En cuanto a la ética, el BDSM tiene unas reglas éticas básicas basadas en el respeto, el consenso, etc. La ética en el BDSM debería ser la misma para todos, basada en el respeto a las voluntades ajenas. Puede parecer amoral pegarle a una mujer, pero es ético si la mujer me pide que la pegue como parte de un rol donde disfruta con ello.

Moral Vs ética

El problema llega cuando confundimos la moral (que tiene mil colores) con la ética (que debería tener uno solo). He escuchado decenas de veces a amos decir que ellos hacen lo que quieren con sus sumisas porque ellas son amorales. ¿Qué diablos significa eso? Por muy amoral que sea la otra persona, la ética te empuja a hacer solo lo que ella desea (sus límites) y no lo que tú desees.

Podemos ser todo lo amorales que deseemos, pero la ética es inviolable y debería ser única. Esa es mi visión (probablemente equivocada) de todo esto. Soy consciente de que, para muchos, moral y ética es lo mismo (incluso por definición).

Yo, en cambio, si consigo encontrar la diferencia, me ayuda en mi día a día con el BDSM.


martes, 6 de julio de 2021

El freno de mano

Des flims, des gifs — Murder by Death (1976)
Truman Capote en "Un cadáver a los postres"

 

Truman Capote, “el fracaso es el condimento que da sabor al éxito”

Huimos del fracaso, evitando con ello repetir cualquier sufrimiento conocido. Evitando sumar nuevo sufrimiento al que ya padecemos. Creemos que somos como un cristal al que si golpeas demasiadas veces se rompe. ¿Sabes por qué se rompe? Porque el cristal es uno de los materiales más duros que existen, prefiere romperse a doblarse.

El fracaso puede darse en cualquier ámbito, en el trabajo, en las relaciones personales (sentimentales o no), en los propósitos personales, en cualquier acción que emprendamos hay posibilidades de fracasar. ¿Acabar una relación sentimental es fracasar? En principio parece que sí, aunque mayor fracaso sería continuar con una relación insatisfactoria. Toda moneda tiene dos caras. Negativizamos la palabra “fracaso” cuando también puede ser “salvación” o “aprendizaje”. Sobre todo, aprendizaje. De los fracasos se aprende, incluso algunas empresas fomentan la cultura del error como nicho donde encontrar oportunidades de mejora.

Cuando fracasemos o entendamos que hemos fracasado, cuando tengamos el corazón roto o la cuenta vacía del banco, cuando hayamos dejado de hablarnos con un familiar o un amigo… en vez de mirarnos el estómago esperando que pase el tiempo para recuperarnos, deberíamos apretar con fuerza los músculos de ese estómago y entender que fracasar forma parte de la vida. Necesitamos cargarnos las pilas de entusiasmo para emprender nuevos retos. Vivir de los recuerdos es lo contrario a vivir el presente. Siempre escribo sobre la teoría de que, para muchas personas, el presente no existe porque constantemente van del pasado (recordando lo que les ha sucedido) al futuro (imaginando lo que podría suceder basándose en la experiencia). El cristal siempre estará ahí, sin doblarse, pero tampoco sin romperse. Y esa es la tragedia: viajamos constantemente de pasado a futuro (y viceversa) olvidando vivir el presente para evitar que el cristal se rompa. Los recuerdos son una forma de aferrarnos a lo que amamos, a quienes somos y a lo que no queremos perder. El continuismo nos proporciona seguridad, pero la vida es de todo menos continuista porque crecemos, conocemos gente, aprendemos, sufrimos y lloramos. El continuismo es lo contrario a vivir. O a sentirte vivo.

Mucha gente rechaza comenzar en el BDSM porque creen que su situación personal le impedirá tener la tranquilidad necesaria para adentrarse en algo nuevo. Pero el BDSM no tiene nada que ver en todo eso. Podríamos cambiar BDSM por “tirarnos en paracaídas” y la situación sería la misma.

El BDSM, aunque puede ser lo más intenso que conoceremos, sucede tan solo durante la sesión. Antes de cerrar la puerta y después de abrirla, seguiremos siendo nosotros. O mejor aún, después de abrirla para volver a casa, nos sentiremos mejor, más seguros, mejor preparados para continuar caminando.

Es más, diría que el BDSM es la situación ideal para curar heridas y continuar con una sonrisa dibujada en los labios.