Una manera de comprender como de diferentes son las mentes humanas radica en eso que llamamos "gustos". ¿Por qué si todas las mentes son iguales, nos gustan diferentes tipos de comida? La comida ha dejado de ser algo "vital" para convertirse en una experiencia cercana al placer. En la prehistoria los humanos luchaban por llevarse un triste trozo de comida al día, en la actualidad tenemos la nevera llena pero tomamos vaso de agua porque hemos comenzado la 103 dieta de nuestra vida. Hemos evolucionado de forma que hemos convertido una necesidad vital en un placer (y viceversa). Existen tantos y tantos tipos de comida que resulta imposible que a dos personas les guste lo mismo. Imagino a esas personas de la edad de piedra preguntándose que van a comer: "¡berzas!", contestan ambos al unísono (si pudiesen hablar) pero esa respuesta no es porque su mente lo haya decidido sino porque no hay otra cosa de comer.
Pasemos entonces a la música. ¿Por qué algunos grupos, canciones o estilos nos gustan y otros no? Imagino que es porque esas canciones cuentan sobre algo que nuestro cerebro, basándonos en lo vivido, se siente identificado. ¿Entonces que sucede con aquellas canciones donde no entendemos la letra porque está en otro idioma? ¿Y la música que no tiene letra? ¿Por qué a algunos les apasiona el jazz y a otros les aburre? ¿Qué mecanismo de nuestra mente hace eso? No tengo ni puta idea, sinceramente, es una pregunta lanzada al aire imposible de contestar, al menos para los profanos.
Vayamos a lo duro (siguiendo con la música, no hablo de películas pornográficas): es difícil que alguien no se sienta atraído por AC/DC o por QUEEN o incluso por METALLICA. ¿Por qué a todo el mundo le gusta QUEEN más allá de que sea el más comercial de los tres grupos? Cuando en 1975 Freddie Mercury compuso "Bohemian Rapsody" todos dijeron (especialmente los que sabían de esto) que era algo abocado al fracaso: una canción de casi 6 minutos con baladas, solos de guitarra, ópera, rock que iban de uno a otro abruptamente rompiendo las melodías (y donde además nadie entendía la mitad de las frases que se cantaban). A día de hoy, "Bohemian Rapsody" es una de las canciones más escuchadas y uno de los singles más vendidos. ¿Qué sucedía en la mente de quienes escuchaban esa canción que les hacía ponerse a cantar o a tocar la guitarra en el aire? Pero lo más paradójico de todo es que esas mentes que manifestaron que la canción sería un fracaso eran diferentes a las mentes que lo disfrutaron. Sin embargo, todo eran mentes, cerebros construidos de la misma manera. Pero actuaron de formas radicalmente diferentes, con resultados y emociones diferentes.
Me encantan las películas de terror, cuanto peores sean, mejor. Sufro horrores viéndolas (valga la redundancia). Un amigo mío, cuando ve una película de terror, cae al suelo presa de un ataque de risa. Los complejos engranajes de la mente hacen que comience a reír sin parar como mecanismo de defensa. Una vez nos echaron de un cine porque estábamos viendo una película ("Saw 4") donde la primera escena es la autopsia del villano. Yo estaba aferrado a la butaca delantera mientras él no podía parar de reír molestando al resto de mentes que había en el aforo. Al final tuve que ver "Saw 4" en video unos meses más tarde mientras me mordía los puños.
De acuerdo, cada mente se basa en un órgano prácticamente idéntico a los demás (el cerebro) pero cada mente no solo piensa diferente, sino que reacciona de manera diferente ante los mismos estímulos. ¿Por qué?
Hay gente que disfruta con el BDSM mientras otros huyen ante la sola idea. ¿Qué sucede dentro de esas mentes?
Estoy firmemente convencido de que no hay respuesta, o que la respuesta está fuera de nuestro alcance. Ese es el milagro del ser humano: todos iguales, aunque todos diferentes. O todos diferentes, pero todos iguales. ¿Qué importa eso? La felicidad consiste en la suma de placeres que nuestra mente persigue a lo largo de toda la vida. Y no debe confundirse "placer" con algo carnal. El placer de una buena casa, el placer surgido del amor, el placer de ver a tu hijo nacer, el placer en conseguir un éxito.
Aunque los placeres carnales tampoco están mal...