lunes, 30 de agosto de 2021

La necesidad del cambio

Tomando decisiones - According to fer - According to Fer 

En los últimos meses he escuchado a mucha gente expresar que necesita "tomar aire" lo cual me parece comprensible viviendo los tiempos que vivimos donde estuvimos tres meses recluidos, caminamos con una mascarilla cubriéndonos la boca, trabajamos cinco días a la semana en pijama desde casa o nuestros viajes alrededor del mundo se han convertido en un fin de semana en una casa rural. Lo ilógico sería decir "todo va bien". 

La expresión tomar aire esta asociada a sacar la cabeza del agua y respirar. Porque si no respiramos: fallecemos. Pero tomar aire significa romper con todo (o con parte).  Decimos que tenemos que "tomar aire" cuando algo en nuestra vida está tambaleándose.  Y ese algo, ha de cambiarse. La expresión "tomar aire" se asocia a "aire nuevo", no es posible salir a tomar aire para respirar el mismo aire viciado. Y el significado de "aire nuevo" es "actitud o fuerza renovadoras". Necesitamos tomar aire para renovarnos, para reinventarnos.

Voy a circunscribirme al "tomar aire" en una relación BDSM. Alguna gente me dice "quiero comenzar en el BDSM porque necesito tomar aire en mi vida" o bien "necesito cambiar esta relación BDSM porque necesito tomar aire", El tomar aire en el BDSM es tanto una puerta de salida como de entrada. Si estamos fuera necesitamos entrar aire para entrar. Si estamos dentro, necesitamos tomar aire para salir. Porque en el lugar donde nos encontramos, el aire es espeso, está lleno de humo y cuesta de respirar, el lugar donde estamos hace mucho que no se ventila, Demasiado. Y sea como sea, necesitamos tomar ese aire fresco que nos revitalice. La mayoría de las veces, esa necesidad de aire fresco no es más que huir de la rutina. Lo queramos llamar como lo queramos llamar, lo disfracemos con las mil excusas que queramos. Porque admitir que estamos inmersos en la rutina es admitir que estamos siendo conformistas. Y eso no apetece. 

Tanto si queremos comenzar una relación en el BDSM como acabarla (para que ese cambio repleto de aire fresco llegue) lo primero que tenemos que reflexionar es sobre nuestro sentido en el BDSM.  Nuestra valía (para bien o para mal) no va en función de la persona con quien estamos, con quien queremos estar o con quien queremos dejar de estar. Porque el BDSM  es un emocional y  dado a la dependencia.  Nuestra valía es independiente de con quien nos relacionemos. Es igual de sumisa una mujer que tiene dominante que una la que no lo tiene. Es igual de ama una mujer que tiene dominados que una que no los tiene. Nunca he valorado a una sumisa por lo que es capaz de hacer, sino por su esfuerzo, Nunca hay que valorarse por con quien estamos o por  cuantas cosas somos capaces de hacer. Tenemos que valorarnos por quien somos, independientemente de juicios ajenos. Porque siempre habrá alguien dispuesto a regalarnos los oídos o a querer hundirnos más en ese mar. Y siempre que sucede eso, esa persona lo hace para su propio beneficio, aunque sea de forma inconsciente. El ser humano es egoísta por naturaleza y para luchar con eso solo nos queda combatir con la misma arma: ser nosotros también un poco egoístas.

La única forma de tomar aire es aislarnos de lo que nos dicen (sea positivo o negativo), aislarnos de quien nos lo dicen, también aislarnos de lo que creemos que deberíamos y hacer. Debemos centrarnos en quienes somos y en lo que necesitamos. NOSOTROS. Y es entonces, cuando NOSOTROS libres de hipotecas morales o emocionales, libres de ese peaje que tenemos que pagar de forma inconsciente y día a día, tomamos una decisión, sacando la cabeza del aire y respirando profundamente ese aire fresco que nos devuelve a la persona que éramos o que queremos ser. Y eso tiene un precio, pero es necesario. Porque lo contrario significaría seguir viviendo lo que ya hemos vivido durante años y seguir siendo quienes otros quieren que seamos.

Debemos hacer oídos sordos a quienes quieres reteneros a su lado o a quienes quiere que vayamos hacia ellos. Porque si necesitáis tomar aire, aquí solo importa una cosa: VOSOTROS. Y las grandes decisiones no las puede tomar nadie por VOSOTROS. Pero hay que tomarlas porque, de lo contrario, nos ahogaremos. 

Para evitar ese río donde estamos ahogándonos tenemos que imitarlo: debemos fluir como el río, pensar tan solo en NOSOTROS, haciendo oídos sordos a quienes nos rodean y que suceda cuanto deba suceder. O no. Y lo repito, hay que hacer oídos sordos tanto a quien nos dice que nos dice que no tomemos ninguna decisión, que todo está bien, como a quien nos dice que tenemos que tomar una decisión, que tenemos que tomar aire fresco. La decisión de salir a tomar ese aire fresco es única y exclusivamente NUESTRA.


domingo, 29 de agosto de 2021

Prácticas: sexo anal (anexo: cautela y lubricante)

Cómo el lubricante cambio mi vida sexual

He escrito antes en este blog sobre el sexo anal, tanto relacionado con el BDSM como no. Así que supongo que si sois lectores habituales, conoceréis mi opinión, mis gustos y mis consejos al respecto. Y si no lo conocéis, al menos aquí os dejo un texto que escribí y que, desde mi infinita modestia (aunque mi ego diga lo contrario), creo que puede ayudaros

Prácticas: Consejos para el sexo anal en una relación BDSM

 Y ahora vayamos a lo importante, o por decirlo de otra manera, vayamos a este anexo sobre el sexo anal en el BDSM que surge de una cosa que olvidé al escribir esa guía sobre el sexo anal en el BDSM.

¿Qué sucede cuando nos encontramos alguien a quien le guste el sexo anal, pero también le guste el dolor? Parece la tormenta perfecta para el placer por duplicado, Pero no. Imaginad a alguien a quien le encante el sexo anal, comienza a practicarlo y comienza a sentir dolor, un dolor que le gusta y que le mueve a querer más y más. Por supuesto, la persona dominante continuará sodomizando sin piedad porque le gusta y porque ve que la otra persona siente dolor y placer que es exactamente el propósito de esa sesión.

Pero ojo, aquí hay algo que escapa a nuestro control. ¿Alguien sabe lo que es? ¿Nadie? Exacto: el dominante no está controlando la situación porque está haciendo daño, pero no ve exactamente las consecuencias de lo que hace. 

Cuando la persona dominante inflige dolor, suele ver las consecuencias de forma evidente. Si golpea repetidas veces ve la zona enrojecerse o ve formarse un moratón. Puede ver la sangre, puede ver marcas en la piel, El amo controla la situación porque ve las consecuencias en forma de heridas y sabe cuando debe parar o continuar. Pero en el sexo anal no vemos eso porque la herida sucede "por dentro" y la persona sodomizada no dirá que paremos porque ese dolor también produce placer. Y podemos estar causando heridas (desgarros o fisuras) en el interior del ano que, además  de poder acabar en algo grave, nos impedirá que durante un tiempo podamos volver a hacer esa práctica.

Así pues, si vais a practicar sexo anal con una persona que tiene tendencias masoquistas, mi recomendación es clara: cautela y lubricante.


 

 



viernes, 27 de agosto de 2021

La sociedad de lo absurdo

LA TENTACIÓN DE LUCY (+18) - PETTING - Wattpad 

Vivimos en una sociedad de lo absurdo donde lo tenemos casi todo y, además, nos asusta casi todo. Vaya por delante que este texto lo escribo desde la comodidad de mi casa. Observando el resto del mundo (mundo mundial), soy consciente de mis privilegios. Vosotros también. Podemos desayunar, comer y cenar, cada día y además escogiendo el qué. Dormimos bajo techo en un colchón de más de 600 euros y tenemos un trabajo (o podemos tenerlo). Tenemos una suscripción a Netflix que vemos en una pantalla de 50 pulgadas, o en nuestro móvil, o en el portátil, o en una tablet, o en el PC de casa. Los fines de semana salimos al sol a tomar el vermú. Tenemos coche, ordenador y una cafetera que nos hace un expreso en 20 segundos. Quien diga que vivir es difícil que se vaya al tercer mundo, que sea una mujer en China o un niño en la India, que sea albino en África o gay en Rusia. Desengañémonos, vivimos en el primer mundo y lo tenemos todo (o casi todo), O por decirlo de otra forma: tenemos más de lo que necesitamos. A pesar de los problemas, las enfermedades o los corazones rotos, somos unos privilegiados.

Y, a pesar de esto, tenemos miedo por cosas absurdas. Es el miedo al éxito, o por decirlo de otra forma: pánico a que algo nos guste. Parece absurdo ¿no? Pues no lo es. La mayoría de la gente que se acerca al BDSM o se acerca a mí como amo, una de las primeras cosas que me pregunta es "¿y si me gusta demasiado?" Y me lo preguntan con el miedo atenazando sus gargantas. ¿Os imagináis a alguien que no vive en nuestra sociedad cuestionándose hacer algo de lo que tenemos por miedo a que le guste? Siempre digo lo mismo: preocúpate porque algo no te guste, no porque te guste. Si has llegado hasta aquí, esa duda sobre el éxito debería descartarse de inmediato. 

Ah, espera, ya lo comprendo. Resulta que imaginamos que si algo nos gusta "demasiado" nos convertirá en adictos. Adictos a esa maldita dopamina que se desencadena en nuestro cerebro cuando algo gusta o duele. Y la dopamina produce placer. Creemos que si algo nos gusta demasiado nos convertiremos en yonquis de esa dopamina y acabaremos durmiendo en un cajero automático y pidiendo dinero a la gente que está sentada en las terrazas de los bares, esa gente que está tomando el vermú, esos que antes éramos nosotros mismos.

Pensamos que el placer debería tener un precio. Si algo nos gusta mucho debemos pagar mucho por ello. Ya sea personal o emocionalmente. O incluso económicamente. Juntemos la culpa, con el miedo o el precio que hemos de pagar y es entonces cuando alegremente descartaremos eso que nos gusta antes de que nos guste. ¿De verdad creéis que la vida es tan larga para descartar aquello que nos emociona hacer? Pagad ese precio, sufrid, sentíos culpables, lo que queráis: PERO HACEDLO, Aunque tenga consecuencias: todo lo que hacemos t¡ene consecuencias. ¿A qué parezco egoísta? Puede que si, pero yo vivo la vida, no la imagino. Y pago un alto precio por eso, pero la recompensa es infinitamente mayor.

Vivimos en la sociedad del absurdo donde nos asusta ser felices.

jueves, 26 de agosto de 2021

El paracaídas

👨‍👩‍👧‍👧 🍥 👎🏽 Paracaídas supersónicos espaciales 📸 🍁 👩🏾‍💼

Acabo de leer una frase que dice: "las mentes son como los paracaídas, solo funcionan cuando están abiertos". He estado buscando en San Google de quien es la frase, pero no parece tener autoría conocida. Lo cual confirma mi teoría de que si no es una frase de  Coelho, entonces será una buena frase. Volviendo al concepto que esconden esas palabras entrecomilladas:  no puedo estar más de acuerdo. Sobre todo si hablamos de BDSM. Pero olvidémonos por unos instantes lo de las mazmorras, las cuerdas y la gente vestida para ir de carnaval a Sitges. En cualquier orden de la vida, una mente abierta es el éxito en absolutamente todo. No tan solo en el placer, también en el trabajo, en las relaciones sociales, con la familia o incluso viendo una película o leyendo un libro. Cuando hablamos de follarnos mentes, es literal. Follamos con el cuerpo, pero ese acto (reproductivo o no) solo alcanza el nirvana cuando follamos con las mentes. 

¿Por qué no abrimos nuestras mentes? Para responder a esto vuelvo a mi conocida teoría de que la falsa moral impuesta por las élites a lo largo de los siglos. El problema (para esas élites) es que si abrimos nuestra mente es cuando nos convertimos en alguien peligroso, alguien que cuestiona o toma iniciativas. Por eso hay castigos, multas, infierno, pecados, reproches, rechazo, etc. porque si todos abriésemos nuestras mentes, las élites estarían perdidas. Y cuando hablo de élites no me refiero a ninguna teoría conspiro-paranoica estilo Davos, masones o believers. Me refiero a la gente que tiene el poder: políticos, empresarios, religiones, estados, etc. No existe fórmula mejor para mantenerse en el poder que aborregar a tus seguidores. Porque si abren la mente y piensan, abandonan su condición animal y se convierten en personas que debaten o niegan.

Y después de este párrafo que imagináis que he escrito con un casco de papel Albal sobre mi cabeza, pasemos a lo verdaderamente importante: las mentes. 

 Cotilleo youtuberil.-Canales en la 1ª. página - Página 235 -  abroparaguas.com

 En ocasiones estamos cansados de hacer "algo" (cualquier acción) junto a una persona, de repente repetimos ese "algo" con otra persona y todo parece mucho mejor. ¿Por qué? Porque nuestro cerebro solo funciona cuando lo estimulan a diario y la cotidianeidad puede hacer que la emoción quede relegada por detrás de la práctica. Si comemos todos los días caviar, el caviar acaba pareciendo chóped de marca blanca. Porque o alguien nos vende cada día el caviar  o, al final, no valoraremos lo que nos metemos en la boca (efectivamente, esta última frase tiene doble sentido).

La rutina y la cotidianeidad cierran el paracaídas y si no hacemos algo al respecto, al final, la ostia contra el suelo puede ser importante. O nos esforzamos, o nos conformamos o acabamos con ello (a veces de manera involuntaria). Por eso, abrir la mente es tan importante. Pero sobre todo que te la abran, la mente me refiero (efectivamente, esta ultima frase TAMBIEN tiene doble sentido).

La forzada exhibicion (relato)

 TIOS XXX... sólo adultos!: RIO GRANDE... 2

La mujer se detiene frente a la puerta del bar y después alza la vista hasta un rótulo que ha conocido tiempos mejores. No cabe duda, el nombre coincide, es el lugar. ¿Y ahora que? El haberse detenido un instante ha hecho que toda su determinación siguiera su camino, abandonando su cuerpo. Ahora la duda se ha apropiado del vacío. Maldita sea, ella vive en este barrio. Maldita sea, él también. ¿En qué diablos estaba pensando cuando aceptó? La mujer lleva un vestido de algodón ligero de color negro y unos zapatos de tacón. Nada más. No lleva ropa interior. Ahora mismo, observando a los clientes a través del cristal de la puerta, imagina que todos adivinaran la forma y el color de su sexo en cuanto se despiste y descruce las piernas. O se darán cuenta de que no lleva sostenes porque sus pezones están a punto de traspasar la tela. ¿Y si gira en redondo y vuelve a casa? 

Además de sentir vergüenza, también siente que es una traición el hacer lo que va a hacer. O lo que está haciendo. La mujer es  sumisa y tiene amo. Pero quien le ha ordenado vestirse así y acudir a ese bar no es su amo. La mujer siente como las mejillas le arden, avivadas por el sentimiento de la traición. Lo más normal sería darse la vuelta y volver a casa. Pero resulta que lleva demasiado tiempo haciendo cosas normales. Y está más que harta. Harta de respirar siempre el mismo aire, harta de comer siempre la misma comida y de charlar siempre con las mismas personas. Harta de que la única forma definitiva de cambio sea la muerte.

La mujer cierra los ojos y empuja la puerta de entrada del bar. El ruido del interior llega ahora más nítido: gente hablando, vasos chocando, el vapor de la cafetera aullando, un niño llorando y un hombre bostezando. El bar está lleno y quien la ha ordenado venir debería estar ahí, escondido en algún lugar, observándola ahora mismo. Prefiere no seguir mirando. Se dirige a la barra y pide un café con leche, después anuncia que tomará asiento en una de las mesas. El tipo detrás de la barra asiente. ¿Se habrá dado cuenta de que no lleva sujetador? Mientras camina hacia la mesa lo hace con la vista clavada en el suelo. Está sudando, las manos le tiemblan. Está tan lejos de su zona de confort que ni con un avión llegaría en horas. Toma asiento y se acurruca en la silla, apretando fuertemente los muslos para que nadie se dé cuenta de que no lleva bragas. El camarero llega y deja el café con leche frente a ella y desaparece.

En ese mismo instante llega un mensaje a su teléfono móvil. "Además de obediente, eres hermosa". El mensaje lo ha enviado el hombre que la ordenó venir. La mujer levanta la vista y mira alrededor. Ahí está. Nunca lo ha visto en persona, pero ha visto una foto suya. El hombre sonríe. Ella sonríe tímidamente. ¿Y ahora qué? Vuelve a preguntarse.

Entonces se da cuenta de que ha separado un poco las piernas, de que sus brazos ya no están cruzados sobre su pecho. Ahora le importa bien poco que alguien adivine que no lleva ropa interior. Incluso podría decir que está orgullosa de haberlo hecho, excitada. Y ese cambio ha sucedido justo después de leer el mensaje.

¿Y ahora que? Vuelve a repetirse mientras da un sorbo al café con leche bajo la atenta mirada de aquel hombre que pretende  convertirse en su amo por un día.

Fluir Vs Fluctuar

 Como escritor, en muchas ocasiones, utilizo palabras que imagino como sinónimos aunque en realidad no lo sean. Este involuntario acto convierte el adjetivo o el verbo en metáfora, diciendo aquello que no procede, pero pintando la frase con un cierto encanto que tampoco distrae. Los errores también son la clave del éxito.

Todo esto viene porque, en mi mente, fluir y fluctuar, parecía lo mismo. Cierto es que el concepto fluctuar estaba más asociado a "la temperatura fluctúa entre frío y calor" mientras que imaginaba que "el río fluye". Y aun y así, en mi imaginario siguen siendo sinónimos. Hasta que alguien llega y te aclara las cosas.

 


 ¿Entonces las personas fluimos o fluctuamos? Imagino que ambas cosas: fluctuamos entre sentimientos, estados, lugares, cortes de pelo o fluctúa la economía porque fluctúa el precio del petróleo. También supongo que fluimos como el agua del río cuando la situación nos apetece, dejándonos llevar. O todo lo contrario.

La mejor forma de comprobar cuán diferentes son "fluir" y "fluctuar" es ver sus correspondientes sinónimos

 

 

 Ahora queda más claro. Fluir es para las metáforas y fluctuar para la economía (poner aquí un redoble de batería para rematar el chiste). 

¿Pero dónde he escuchado yo lo del agua que fluye...? ¡Ah si!

bruce lee – se agua mi amigo – Psicólogo Agustín Menéndez

Si me meto en la piel de un Osho de marca blanca, debería aseverar que en el BDSM deberíamos fluir en vez de fluctuar

Ahora espero que alguien coja mi foto y la ponga junto a la frase. Quizás no sea Bruce Lee, pero a veces también sé repartir ostias como panes.

 Bromas aparte y dejando también el concepto de fluctuar aparte, en el BDSM deberíamos dejar que fluyan las cosas. Deberíamos ser menos cerebrales y dejarnos llevar por los impulsos o las emociones (siempre dentro de un escenario seguro). Deberíamos dejar que fuese el propio universo quien nos pusiese en el lugar que nos corresponde en vez de forzar el tornillo en la rosca que no le corresponde. Porque al final el tornillo se rompe, o peor aún, se encalla y es imposible sacarlo. Y si eso implica cambiar las cosas, se cambian. Aunque tened cuidado, dejar fluir también tiene el peligro que desemboca en el conformismo: si permanecemos demasiado tiempo bajo esa agua que fluye, correremos el riesgo de ahogarnos. Y es entonces cuando tenemos que sacar la cabeza para tomar aire.

¿Alguien puede poner la anterior  frase en negrita en un gif con mi cara? Gracias.

 


miércoles, 25 de agosto de 2021

La mentira en el BDSM

Todos Conocemos A Algún Mentiroso Compulsivo Y Hay Que Decir Basta Ya

 Si comienzo este texto que se titula "La mentira en el BDSM" diciendo "ojalá el mundo fuese perfecto", esto podría dar a entender que, a continuación, procederé a defender ciertas mentiras necesarias en el BDSM, ya que el mundo es imperfecto. Pero antes de que me tildéis de mentiroso, mala persona y de ser un asesino de unicornios, permitidme que me explique,

Mi premisa es la siguiente: una única persona no puede darnos todo cuanto esperamos de la sociedad. De la misma manera que nosotros no podemos darle a una persona todo lo que esa persona desea.  Volved a leer porque la segunda parte es la clave de todo esto.

Ahora diréis que estar con alguien requiere de sacrificios. De acuerdo. Lo acepto. ¿Pero por qué habláis de sacrificios? ¿Acaso os ponéis una túnica y sacrificáis a un bebé en un altar una noche de luna llena? No hablamos de sacrificios. Hablamos de aparcar cosas que nos gustan porque nos han educado en que mentir está mal. Sé que parece una simplificación que sirve de sustento para construir un argumento que justifique la mentira. Pero es que resulta que esa es la verdad. Lo repetiré en mayúsculas y en negrita a ver si el mensaje llega mejor. HABLAMOS DE APARCAR COSAS QUE NOS GUSTAN PORQUE NOS HAN EDUCADO EN QUE MENTIR ESTÁ MAL.

Imagino a muchos lectores imaginando que soy una mala persona, un mentiroso, un aprovechado, un misógino, un egoísta y mil cosas más. Posiblemente tengan razón. Y es que, como dije antes, el mundo es imperfecto porque nosotros somos imperfectos. Ojalá alcanzar todo cuanto deseásemos con la misma persona, pero eso es imposible. Y aunque fuese posible, sería tan intenso que, en ocasiones, deberíamos salir a la superficie a tomar aire con todas las consecuencias que eso supone. 

La pregunta es la de siempre: ¿Si a ti te es infiel alguien, prefieres saberlo o no? Ahí está la clave, lo importante no es hacerlo sino saberlo. Yo prefiero no saberlo y el motivo es que soy consciente de que somos imperfectos y de que eso... sucederá. Y caso de saberlo, puedo llegar a comprenderlo.

Ya se que hay otra opción: la de ser infiel y ser sincero. Pero este texto es sobre el arte de los magos: la ocultación.

Puede que este texto os parezca una oda a la traición, aunque mi única intención es transmitiros que, en ocasiones, suceden cosas (sobre todo en el mundo BDSM) que deberíamos comprender antes de juzgar. El mundo es imperfecto porque nosotros somos imperfectos. Y eso... no va a cambiar. Así que tú decides si quieres perder o no el sueño.

Porque suceder, sucederá.

El vidrio y el hierro

 Eme (eme6645) - Perfil | Pinterest

Hay personas que son de apariencia frágil, moldeadas en ese vidrio tan hermoso como peligroso al que un leve golpe de viento lo hará estallar en mil pedazos. También hay personas duras como el metal más indestructible. Las observamos, aunque no las conocemos y es esa rapidez que tenemos al etiquetar absolutamente todo, que nos hace creer que a la primera el vidrio se romperá y que por mucho que golpeamos el metal no conseguiremos ni la más insignificante de las grietas. Pero no todo es como parece. He conocido mujeres de hierro que después eran las sumisas menos capaces, con miedo de adentrarse mes allá de su zona de confort. Son mujeres de hierro que como sumisas dicen "no" a todo, ni tan siquiera se atreven a un “quizás”. Después conozco mujeres frágiles, tan frágiles que tienes miedo hasta de darles un abrazo por temor a romperlas, pero que después son las sumisas más fuertes, mes decididas, sumisas con pocos "no" y con muchos "quizás", lo quieren probar todo para saber si aquello les gusta o no, sobreponiéndose a sus miedos.

¿Entonces una persona dominada es mejor porque se atreva a todo? A los amos nos encantan las sumisas que quieren experimentar más allá de su zona de confort, sean frágiles o sean de hierro. Lo que más curiosidad me causa es esta dicotomía entre aquello que parecemos y aquello que somos. Dicen que el vidrio es el material más duro que existe porque no soporta la flexibilidad, se rompe antes de doblarse. Cuánta razón y que bonito es todo... poesía vital. Da igual si te atreves a todo o no, simplemente sé coherente con lo que muestras. Si quieres parecer valiente, sé valiente. Si tienes miedo, muéstrate cobarde. Una cosa no es mejor que la otra. Ni viceversa. Lo único que importa es ser coherente y expresarse con sinceridad. Lo único que importa es que te esfuerces y te atrevas.

martes, 24 de agosto de 2021

Emociones propias Vs emociones ajenas

Así es como una llanta te salva la vida | Upsocl

Dejarte llevar por la emoción ajena acostumbra a convertirse un error porque eso significa que, alguien que no eres tú es quien mueve los hilos de tus emociones hacia terrenos que (quizás) no son los habituales, tampoco los que necesitas. 

El problema sobreviene cuando la emoción ajena cambia de dirección, pero la propia continua con la misma intensidad. Dejarse llevar por las emociones de los demás es olvidarte de ti. Y la única manera de recuperar nuestra personalidad es alejarte de aquellas emociones contagiosas. Contagiosas no tan solo para aquello que nos parece bueno. ¿Cómo evitar comportarte como los demás quieren que te comportes? 

¿Has visto las películas de "Fast & Furious"? Siempre hay un  momento en que alguien aprieta el pedal del freno hasta que le estalla ka rodilla en mil pedazos a causa del esfuerzo.

Después, cuando te hayas curado la rodilla, vuelve a coger la velocidad adecuada que no es otra que TU velocidad. Si en esta maniobra pierdes al copiloto: mala suerte. La vida no es perfecta, pero ha de ser nuestra.

viernes, 20 de agosto de 2021

Aire

 Cómo saber si estás en una relación tóxica | Muy Interesante

Coges del cuello a TU sumisa, primero pones una mano en su nuca, agarrando con fuerza, acercas tu rostro para que sienta tu aliento porque ella está a punto de perder el suyo. Después colocas la otra mano, por delante, ahora las dos manos parecen ahogarla. Aprietas con fuerza instalado en el profundo convencimiento que sabes hasta donde apretar, cómo y cuánto. Ella cierra los ojos en el convencimiento de quien confía ciegamente en el otro. Su respiración se acelera, excitada, al mismo tiempo apenas consigue un último hálito. Aflojas la presión y el color vuelve a las mejillas de la sumisa al tiempo que el aire vuelve a sus pulmones. Ella sonríe, tú sonríes. Vuelves a apretar. 
 
AIRE

La boca de TU sumisa rodea tu pene, lo hace bien, pero aún podría hacerlo mejor, no te importa, ya aprenderá. Le dices que aparte las manos y entonces coges su cabeza y la empujas haciendo que tu pene roce el comienzo de su garganta. Sus carrillos se inflan, tose y gimotea débilmente, después liberas la presión y ella abandona tu pene para coger aire mientras una cascada de saliva gotea desde sus labios sobre tu pene. Ella intenta sonreír, pero no puede, tú sonríes. Vuelves a cogerla de la cabeza y a hundir tu pene en su garganta.

NECESITO AIRE 

Lo que acabáis de leer puede parecer una tortura o la búsqueda del placer. El dolor lleva al orgasmo a unos y aterra a otros. Unos son alérgicos al melocotón y otros lo devoran con fruición (la rima también ayuda). Aunque, una vez más, todo depende del color del cristal con que se mira. ¿Si haces lo anteriormente descrito eres un sádico o estás loca? Si lo haces contra tu voluntad, sin consenso, sin conocimiento... es una locura. Si lo haces sabiendo lo que haces: adelante. Y ahora os preguntaréis "¿a ti, como amo, te gusta?". Y la respuesta siempre es la misma: primero responde tú.

MÁS AIRE, NECESITO MÁS

jueves, 19 de agosto de 2021

Nacemos, crecemos

El Peluca Sapbe: La Segunda guerra mundial

Nacemos, crecemos, nos educan. Manos ajenas construyen con mimo nuestra moral y también nuestra vida. Un día nos permiten caminar solos, sin esos ruedines que mantienen nuestra verticalidad sobre la bicicleta. Y es entonces que encontramos un trabajo, alquilamos un piso, nos compramos un coche, nos casamos, tenemos dos hijos (puede que uno, puede que ninguno), cambiamos de piso, quizás de trabajo, quizás incluso de país, de familia, coleccionamos un coche tras otro a cuál más grande que el anterior, nos compramos una moto cuando llega la crisis de la mediana edad… ¿Y luego qué? La vida es una sucesión de acontecimientos predefinidos que se construyen uno tras otro basándonos en la cotidianeidad. No hay margen de maniobra porque la vida está estructurada de manera similar en esta civilización occidental y capitalista. Porque de lo que estamos hablando (escribiendo) es sobre cuanto de materialista hay en las metas que nos marcamos en la vida.

Practicar BDSM es, en cierta manera, una manera de escapar a todo eso. Dominar o ser dominado es una manera de volver a sentirse vivo (aunque sea durante unas horas tan solo), es una manera de escapar a los límites de esa autopista sin salidas que es la vida. Hay personas que intentan escapar de la cotidianeidad mediante deportes extremos, refugiándose en la literatura o apuntándose al ejército para ir a matar gente a un país remoto. E incluso así, siguen siendo actos cotidianos.

Pero el BDSM es diferente. ¿Por qué? Porque además de ser una práctica que escapa a todo lo conocido, es algo que nos transforma. Nos colocamos una máscara y fingimos ser otra persona. O quizás nos quitemos la máscara para ser nosotros mismos. Sea como sea, es algo que nos libera y nos conecta con nuestra parte más oscura, aunque también la más pura. La menos materialista.

Probadlo, aunque sea una vez en la vida. Hacedme este pequeño favor.

lunes, 16 de agosto de 2021

La grapa en el dedo

Exterior | Un hogar con mucho oficio

La sumisión puede parecer un juego injusto pues, sobre el papel, consiste en establecer una relación donde  toma decisiones tan solo una de las partes.  Por eso, en muchas ocasiones, cuando una persona que quiere probar la sumisión se acerca al mundo del BDSM por vez primera, lo hace pretendiendo marcar las normas de un juego que desconoce, escondiendo sus inseguridades tras rotundos NO que acaba convirtiéndose en la escafandra que protege al buzo de morir ahogado.  Solo que ese buzo está fuera del agua y podría respirar perfectamente si esa escafandra, Porque que algo parezca impuesto no significa que lo sea.

Cuando una persona que quiere aprender BDSM lo primero que cuenta es acerca de sus inseguridades. Es tarea de quien sabe más como funciona esto, el convertir los miedos y los deseos en unas tareas que deban obedecer y puedan incluso  hacerlas desistir para siempre. La mayoría piensan que hacemos eso por puro egoísmo e incluso mala fe. 

Todo lo contrario: alimentar esas inseguridades (que son la esencia de esos NO) serían alargar un proceso aún más doloroso de lo que es. Si te clavas por error una grapa en un dedo… ¿Qué es mejor? ¿Sacarla poco a poco o de golpe? Si la persona dominada no se atreve a sacarla de golpe… lo hago yo. Y si en ese camino ella arroja la toalla entonces asumo las consecuencias. Pero siempre es mejor que arroje la toalla el primer día que no al cabo de un mes. Hay que coger todos esos NO y provocar para que desaparezcan. Y esa es la tarea del amo o de la persona que tenga más experiencia porque es esa misma experiencia la que nos ha demostrado  que esas inseguridades estarán siempre ahí por mucho tiempo que pase, por mucho tiempo, mimo y comprensión que apliques para que otra persona las supere. Si no las ha superado en toda su vida, no las superará en un mes.

Es doloroso, en efecto, pero arrancar la grapa de golpe es la única manera.

viernes, 13 de agosto de 2021

Prácticas: cosquillas

 The Bizarre Controversy Surrounding 'Tickled,' a Documentary About Making  Competitive Endurance Tickling Videos - ABC News


Existe un (magnífico) documental neozelandés titulado “Tickled” (cosquillas) que, aparentemente, comienza a contar sobre el fetichismo de las cosquillas y su explotación comercial para acabar en un inquietante relato sobre un magnate de las competiciones de cosquillas con múltiple personalidad. Todo muy turbio. En realidad, el documental “Cosquillas” no habla del fetichismo de las cosquillas sino de la oscura red que hay tras los concursos de cosquillas y quien los organiza.
 
¿Concursos de cosquillas? Vale, incluso a mí me suena extraño.  Así que obviemos esa investigación periodista y centrémonos en las cosquillas, únicamente. ¿Alguna vez lo habéis probado? La simpleza de esta práctica consiste en atar a alguien de pies y manos a una cama… y hacerle cosquillas. No hay más. ¿Dulce tortura? O mejor preguntarse: ¿esto es BDSM? Podría serlo, aunque el sumiso o la sumisa estén constantemente riendo (riendo, que no felices). 
 
Y es que, a pesar de que la adicción a las cosquillas está considerada como una parafilia, también resulta algo excitante, divertido y muy cansado para quien lo sufre... o lo disfruta.

Aquí os dejo unos videos de cosquillas para que sepáis de qué hablo:

http://www.xvideos.com/video380694/tickled_beyond_hope_bleufetish_

https://www.xvideos.com/video51803379/cosquillas_en_las_axilas

https://es.pornhub.com/view_video.php?viewkey=ph5f770d33c7824

https://es.pornhub.com/view_video.php?viewkey=ph5f7efd6693162

https://es.xhamster.com/videos/tickling-wife-xhFuWXh

https://es.xhamster.com/videos/girl-tied-gagged-and-tickling-by-lex-tickling-lesbian-xhY7KZb

https://es.xhamster.com/videos/girl-tickle-smelly-black-sock-xhxZuWa

 

 

 


martes, 10 de agosto de 2021

Las fronteras del BDSM

Crítica de: INTO THE WOODS | Cine Para Aficionados 
¿Es el BDSM una prolongación natural del sexo? Es un hecho natural que muchas personas vean el BDSM como un apéndice más del sexo, algo lógico si lo pensáis en perspectiva. ¿Acaso creéis que probaréis BDSM como prolongación de vuestras clases de yoga o de cocina? En nuestras relaciones sexuales, en ocasiones, sentimos que nos falta algo o simplemente nos gustaría encontrar algo nuevo. Tambien puede que no, que no necesitemos experimentar más (ya sea por satisfacción y/o conformismo) en cuyo caso para nosotros el BDSM seguirá siendo eso de las sombras del señor ese Grey. Pero hay parejas que, durante su vida sexual, descubren que les atrae todo eso de las cuerdas, los insultos o los azotes (ya sea por activo o por pasivo) y esto nos lleva a algo que se adentra en el terreno de la psicología del BDSM. 
 
He escrito antes y en este blog sobre sexo y BDSM. ¿Me repito? Claro, como todos, como el ajo. Aunque mi reflexión de hoy es que el BDSM, como prolongación del sexo, no significa desvirtuar el BDSM. El arte del BDSM no es un concurso de carnaval donde gana quien luce el traje de látex más espectacular ni tampoco quien propina más azotes en menos tiempo. La definición del BDSM debería ser nuestra definición subjetiva del BDSM, algo que puede estar más cerca del sexo que de la dominación y la sumisión. ¿Importa eso? Creo que el foco consiste en experimentar de forma sana, segura y consensuada (SSC) no intentando hacerlo todo, sino intentando probar aquello que nos apetece y experimentarlo bien. El objetivo es descubrir cosas nuevas, no buscar repetir el placer de siempre y magnificarlo. Sexo no es BDSM y BDSM no es sexo, aunque van tan de la mano que a veces es complicado distinguir cuál es cuál. Que eso no os frene.  
 
¿Entonces si quiero experimentar con mi cuerpo en el sexo (o conmigo mismo) estoy obligado a ir más allá y adentrarme en el oscuro bosque del BDSM repleto de lobos de colmillos afilados? Pues sí. O no. Eso ya depende de lo que desees tú. Y leed mejor esta última frase: "depende de lo que desees tú". Es decir, el deseo es el vehículo para una decisión personal. Nadie más que no seas tú debe tomar una decisión sobre esto. 
 
Si queréis experimentar, pero no deseáis entrar en el bosque del BDSM pues entonces seguid jugando en el sexo con vuestras parejas o con gente ajena y haced cuanto deseéis, explorándoos mutuamente, sin necesidad de etiquetas. Probad lo que os apetezca caiga en el campo del BDSM, del sexo o del modelismo naval. Las etiquetas no sirven para absolutamente nada. 
 
Bueno, las etiquetas de los alimentos si, sobre todo si sois alérgicos o están caducados... aparte de eso... ¡a jugar! (sin olvidar lo del Sano Seguro Consensuado)
 

lunes, 9 de agosto de 2021

Constructivismo Vs. Conductismo

 EL CONDICIONAMIENTO DE JOHN BROADUS...

¿La persona dominada nace o se hace? Esta misma pregunta se puede formular de diferentes maneras, emulando incluso a Lewis Carroll y pasando al otro lado del espejo: ¿La persona dominante nace o se hace? También podemos ponernos creativos y tirar de símiles que planteen lo mismo aunque con diferentes ropajes ¿El escritor nace o se hace? ¿El corrupto nace o se hace? ¿Aprendemos de forma constructivista o conductista? ¿El asesino lo lleva en los genes o es su realidad social quién lo convierte en asesino? ¿Dulce o salado? ¿Azul cielo o azul oscuro? Algunas de las respuestas a estas preguntas salen del corazón, otras salen de diferentes órganos de nuestro cuerpo... y, curiosamente, estas preguntas obtienen respuestas rebuscando entre los pliegues de nuestro cerebro. ¿Entonces para qué tenemos la cabeza si no es para responder a preguntas vitales? Siento informaros que también tenemos una cabeza para probar diferentes peinados a lo largo de nuestra vida. Y esto  eso es algo que saben todos, incluso los neurólogos. Bromas aparte, no creo que todo eso sea importante en el BDSM. Lo afirmo (o lo niego) con el mismo convencimiento con el que un jurado de un concurso de talentos bosteza ante la actuación de un tenor. Da igual si nacemos siendo dominados o dominantes. Da igual si es nuestro entorno quien nos conduce a  explorar tales tendencias. Lo importante no es cómo hemos llegado si no a dónde queremos ir. Nuestras tendencias sumisas o dominantes tienen que ser puestas en práctica en algún momento de nuestras vidas para que dejen de ser una fantasía (o una falsa percepción de nosotros mismos) y descubramos si somos aquello que imaginamos y/o sentimos, o no.  

Aunque esto solo sucederá si previamente hemos fantaseado con ello y si posteriormente tomamos una decisión sobre quedarnos en el mundo de lo imaginario o seguir caminando (con paso firme o no) en dirección al mundo real.

No perdéis el tiempo ni gastéis energías intentando comprender cómo habéis llegado. Da igual si habéis nacido así u os habéis convertido en esto. Ahora que lo sabéis, lo único importante es tomar una decisión.

viernes, 6 de agosto de 2021

Esbozo del dolor

submissive #bdsm #whipping #gif #pain | smutty.com

Cuando algunas personas se enfrentan a una sesión BDSM por primera vez, lo primero que dicen es que no quieren sentir dolor. En las siguientes sesiones, comienzan a abrir la mano y experimentan con cachetadas, azotes o tirones de pelo. La inercia de nuestra moral nos empuja a rechazar el sentir dolor como parte del placer. Aunque también hay personas que quieren experimentar dolor en su primera sesión. Lo primero que recomiendo es que, si quieres experimentar dolor en tu primera sesión, te asegures que la persona con quien vas a tener esa sesión es exactamente la persona dominante que deseas y que, además, tenga claro no solo que hacer para que experimentes dolor sino como debe hacerlo. Los riesgos de una primera sesión con dolor y personas sin experiencia va desde un moratón a una costilla rota.

Los dominantes tenemos el beneficio de la decisión y de la voz. Eso debería hacernos pensar sobre la responsabilidad que tenemos respecto a las personas dominadas. Nuestro ego debería quedar fuera de la ecuación y deberíamos empatizar con las necesidades de la persona dominada. De acuerdo, esa persona quiere sentir dolor ¿pero cómo? Ahí está la clave, cualquiera puede infligir dolor (físico o emocional) a otra persona. No hay que ser un experto para dañar a otra persona. Lo hacemos a diario sin darnos cuenta. Pero infligir dolor físico que sea la puerta al placer y que no tenga consecuencias en forma de secuelas es algo mucho más complejo que simplemente propinar un tortazo a otra persona.

Primero debemos comprender por qué el dolor se traduce en placer. O lo que es lo mismo: debemos comprender a la persona a quien vamos a "dañar". Desde el punto de vista fisiológico, el dolor puede traducirse en placer por un motivo bien simple: el dolor y el placer nacen del mismo neurotransmisor que se llama dopamina. La dopamina, que nos proporciona una sensación de placer, también puede ser liberada porque experimentes dolor. Así de sencillo es: el dolor puede producir placer. Otro motivo es el psicológico: hay personas con claras tendencias masoquistas que experimentan placer en el acto de ser castigados, de sentir dolor. Y no es algo físico (que también) sino que es algo intelectual.

Así pues, el dolor puede traernos placer tanto por la química del cerebro como por lo emocional del contexto. Aunque creedme cuando os digo que da un poco igual si es por un motivo o por otro. Evidentemente que como dominantes debemos darle a la persona dominada el mejor escenario para que consiga el placer intelectual a través del dolor, pero no hay que obsesionarse con si la causa del placer es lo intelectual o lo físico. Lo mejor es dialogar con la persona, comprender que es lo que quiere experimentar y luego, en la sesión, mediante sus respuestas a tus actos, comprender como funciona esa persona.

Y no os asustéis porque hablemos de dolor. Si alguien quiere experimentar dolor, la persona que le infrinja dolor la estará ayudando (si lo hace bien).

domingo, 1 de agosto de 2021

Voluntariedad y locura

 Tied And Abused Gifs Tumblr

Imaginad esto: una mujer desnuda, atada a una cama, sus manos y sus pies están ahora inmovilizados por una especie de bridas de tela que se fijan en las cuatro patas de esa misma cama. La mujer está abierta de piernas y brazos, boca abajo, con los ojos vendados. Un hombre este sobre ella, sodomizándola con fuerza mientras le susurra al oído que su intención es hacer con ella cuanto le apetezca.

Observando esta escena muchos dudaríais sobre la salud mental de la mujer, sobre el machismo o la casi violación por parte del hombre, dudaríais sobre si ella lo hace por voluntad propia y entonces volveríais a dudar sobre la dignidad de ella, sobre el respeto de él. Imaginad que ese hombre lleva horas "usando" a esa mujer, haciendo cuanto desea con ella, sin preocuparse más que de su propio y masculino placer. Cualquiera en su sano juicio diría que eso no es lo correcto, que algo no funciona en esa escena.

Pero resulta que no. Porque quien observase esa escena habría olvidado una importante parte de la ecuación: lo que no se ve.

Podéis pensar que una mujer que va a ir a casa de un hombre a quien nunca ha visto a permitir que el hombre use su cuerpo para el placer de él significa que esa mujer debería ir rauda a un centro de salud mental. ¿Pero y si es ella quien desea que suceda precisamente eso y exactamente así? Apuesto a que seguiréis pensando que esa mujer debe volver al centro de salud mental porque nadie en su sano juicio se dispondría a hacer eso.

Llamadme loco, pero si no comprendéis que esas personas actúan desde la voluntad y el respeto, entonces sois vosotros quienes no percibís la realidad como realmente es. Como acabo de decir: podéis llamarme loco, Podéis llamar loca a esa mujer también. Por supuesto, pero esa mujer y su amo disfrutarán de algo que vosotros nunca conseguiréis rozar ni con la punta de vuestros dedos.